Pocos recordaban haber visto Arriondas tan concurrida en un certamen de la castaña como ayer se vio en su vigésima quinta edición. El "veranillo de San Martín" bañó la capital parraguesa de temperaturas casi veraniegas y, por si esto fuera poco, la cosecha de este año ha sido buena y abundante.

La veintena de cosecheros que participaron aportaron alrededor de los 2.000 kilos de frutos y las recogidas por Hortensia González, de Huexes, fueron reconocidas como las mejores. Sólo esta familia llevó para vender algo más de 500 kilos de setenta variedades y Charo Peón, hija de González, cree que deben la calidad a que los castaños "son muy antiguos, de los que van quedando pocos porque cada vez se quitan más los castañeos para hacer praderas".

Hortensia González recibió, además, el segundo premio de productos de la huerta y en ambos frentes contó con la inestimable ayuda de sus tres nietas. Mientras Mara y Miriam Martínez Peón se afanaban, para agradable sorpresa de los visitantes, en escoger fabes ataviadas con la indumentaria rural tradicional, su hermana Denise desplegaba su sonrisa vendiendo castañas. La joven de dieciséis años fue la encargada, además, de decorar el puesto de su abuela y su madre con un cuadro de "Paraíso natural" elaborado exclusivamente con alubias de diferentes colores.

El primer premio de la huerta este año fue para Dolores Álvarez Costales, de la localidad maliayesa de Candanal. La joven cultiva una huerta familiar que no da para vivir, pero es "un complemento" gracias a que venden en mercados y también en casa, al igual que la familia de Huexes. El tercer premio de esta categoría fue para Pablo Palacio Vallina, mientras que María Belén San Martín se llevó el cuarto y Cristina Corral Parajón el quinto.

San Martín, natural de La Roza de Parres, no sólo se llevó este reconocimiento, sino que también obtuvo el segundo premio en la categoría de castañas. La septuagenaria recogió el fruto galardonado, del que llevó más de 200 kilos al certamen. La cosecha de este año fue "buena, con la seca no se contaba con la cantidad ni la calidad que hubo", explicó San Martín, que recolectó 58 variedades de castaña. La variedad más solicitada es la balduna, que en varios puestos se agotó y que el Principado -según explicó la consejera de Agroganadería, presente ayer en el certamen- potenciará con injertos dentro del "plan estratégico del castaño, pero también la hay xidra, montesina, brillante, reventona, parruca, bombón, ñargaña, culo gordo, de la grúa y un sinfín de nombres más. María Antonia Poladura se llevó el tercer premio en la categoría de castañas, mientras que Rubén Sánchez Muñoz y Carmen María Encinas Álvarez quedaron, respectivamente, en cuarto y quinto puesto.

Muchos cosecheros vendieron "lo mezclao" a tres euros y variedades como la balduna a cuatro, aunque los precios iban por barrios. La castaña no se agotó, pero el espacio para caminar dentro y casi fuera de la carpa quedaron realmente escasos por la enorme afluencia del certamen este año.