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Personajes de Cangas de Onís

"Fran Respi" echa pulsos de acero

Francisco González Sánchez, encofrador desde hace más de una década, ha sido seis veces campeón de España de lucha de brazos

"Fran Respi" en Cangas de Onís. J. M. CARBAJAL

Trabaja desde hace algo más de una década de encofrador en el sector de la construcción y, pese a la dureza de su profesión, aprovecha los ratos libres para dedicarse a una de sus pasiones: la lucha de brazos, conocida coloquialmente como "echar un pulso". Una disciplina deportiva, en la que priman sobremanera la maña y la fuerza, muy enraizada en el área de influencia de los Picos de Europa, merced al impulso que le dieron en su día los hermanos García Rama, "Angelón" y "Mandi", a través de la Asociación Picos de Europa de Lucha de Brazos, con sede en Cangas de Onís.

Francisco González Sánchez, motejado cariñosamente como "Respi",de 28 años de edad, natural del núcleo rural de Ñeda (Nieda), es uno de los grandes referentes de esa especialidad deportiva en el actual panorama nacional. Se inició de la mano de "Mandi" García Rama, y a base de preparación ha logrado colarse entre los mejores del país. Su debut en un campeonato de España fue en 2007, en Fuenlabrada, donde cosechó un quinto puesto; al año siguiente, en Montblanc (Tarragona) se subió al segundo cajón del podio como subcampeón, su primera medalla nacional.

"Fran Respi" estudió en la Escuela Vázquez de Mella y en el Colegio Público Reconquista, ambos centros docentes en la urbe canguesa. Tras la Primaria pasó al Instituto Rey Pelayo, pero no consiguió pasar de tercero de la ESO. Después cursó un módulo de Aluminio en el Instituto de Formación Profesional que sí sacó adelante. Entre tanto, alternó los libros con esporádicas tareas en la limpieza y cercado de fincas por diversos puntos del concejo, ayudando a un familiar suyo que se dedicaba a esos menesteres.

El mundillo del campo no le atraía demasiado, por lo que a los 15 años probó como aprendiz de camarero con el emprendedor hostelero "Jose, el de La Palmera", en un negocio enclavado en La Venta-Sotu Cangues. Poco a poco iría aprendiendo en ese sector, principal motor económico de la comarca, ya que las temporadas veraniegas eran el punto fuerte en la denominada "milla de oro" del turismo en el área de influencia del parque nacional de los Picos de Europa, en la ruta al real sitio de Covadonga. Aguantó un par de campañas estivales, además de fechas puntuales, antes de tomar otro nuevo rumbo profesional.

Con 17 años, tras aquel inicial paso por la hostelería, "Respi" se introdujo en el entonces boyante gremio de la construcción, en la empresa de Fernando Moro. Pasó, como no podía ser de otra manera, por todos los niveles hasta afianzarse de encofrador. Entre ferrallas y hormigón lleva más de una década, pero sin dejar de lado su pasión por la lucha de brazos. Atrás queda, cuando era alevín, el piragüismo en minikayak en las filas del Sirio, deporte que no acabó de seducirle. Tan sólo remó dos regatas de Promoción, ambas en el río Sella. No era lo suyo.

Corría el año 2014, tras permanecer algunas temporadas sin competir en la lucha de brazos, cuando "Fran Respi" retornaba por la puerta grande a las competiciones de ámbito nacional. Fue en ese ejercicio, en Pozuelo de Calatrava, en la provincia de Ciudad Real, cuando logró alzarse con dos títulos de campeón de España -uno con el brazo derecho y el otro con el izquierdo-, en la categoría de menos de 90 kilos de peso, lo que conllevo su asistencia al Mundial de Lituania, en el que finalizó decimosegundo. Además, ese año, también se hizo con la Copa de España, en Puerto Serrano (Cádiz).

"En el Mundial de Lituania había más de 1.300 competidores. En los países del Este la mayoría son profesionales, viven de él, tienen ayudas de sus Federaciones e incluso sabrosas primas por ganar los títulos. Los deportistas de esos países, como Rusia, Georgia, Lituania, etcétera, se juegan todo el año en el Campeonato del Mundo", comenta Respi, quien el año pasado de 2015, tras haber ganado otros dos títulos de campeón de España, en Ribadesella, y la Copa de España, ésta en Reinosa (Cantabria), renunció de acudir al Mundial.

Hace unos días, en Puerto Serrano (Cádiz), "Fran Respi" se coronaba por tercer año consecutivo doble campeón de España -derecha e izquierda- de lucha de brazos, en categoría de menos 85 kilos, con lo que se adjudicó el derecho de representar a España en el Mundial de Bulgaria, a disputar en septiembre. Para ir a la localidad gaditana él y sus compañeros de la Asociación Picos de Europa de Lucha de Brazos tuvieron que autofinanciarse viaje, hospedaje y manutención. "No tenemos ningún tipo de ayuda. En Asturias no existen clubes, cosa que no ocurre en otras comunidades autónomas. Si queremos acudir a un campeonato, en ese caso representando a Cangas de Onís y a Asturias, nos lo tenemos que pagar de nuestros propios bolsillos", denuncia.

Cuando acudió al Mundial de Malasia, en 2014, "Respi" debió asumir cerca de 600 euros en gastos, pues sólo le abonaron el hospedaje en un hotel, igual que al resto de los seleccionados españoles. Ahora, con vistas al Mundial de Bulgaria, más de lo mismo. "Te puedo poner otro ejemplo: fuimos al Campeonato de España, en Puerto Serrano, hace escasas fechas, y tuvimos que alquilar una furgoneta para el viaje y alojarnos en una vivienda rural, a lo que sumamos los habituales gastos de almuerzos y cenas, así como la inscripción para la competición. Salimos a más de 150 euros por barba", explica.

Las aficiones de "Fran Respi" no se centran sólo en la lucha de brazos -pese a entrenar tres días por semana, dos o tres horas por sesión-, ya que también forma parte del equipo de tiro de cuerda "Los Cartuchos", quienes en el tradicional concurso de la Fiesta del Pastor, en la Vega de Enol, volvieron a proclamarse campeones el pasado 25 de julio, al imponerse a sus rivales de "Los Payares". Por si fuera poco, igualmente le apasiona montar a caballo, siendo asiduo a las carreras de cintas que se organizan en las fiestas de los pueblos de la zona. Un deportista rural completo y con brazos de acero.

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