Ana Vázquez (Ribadesella, 1961) es la bibliotecaria de Ribadesella desde diciembre de 1988. Licenciada en Historia del Arte, hace de la dulzura y la alegría la mejor campaña de animación a la lectura. Su gestión acaba de ser reconocida con un premio del Ministerio de Cultura a la biblioteca más activa en redes sociales durante este verano.
-¿Era muy diferente ser bibliotecaria hace 28 años, cuando empezó, a desempeñar este trabajo ahora?
-Entré justo cuando se daba mucho impulso a las bibliotecas públicas en Asturias desde el Centro de Coordinación Bibliotecaria, hubo un crecimiento muy grande en aquellos años. Eran constantes los cursos de formación y estaba muy en contacto con los compañeros. Era la otra cara de los recortes, por ejemplo, en la adquisición de nuevos libros y la suspensión de subvenciones a revistas. En aquellos años hubo un trabajo enorme para que funcionaran.
-¿En qué medida se han reducido los fondos para comprar libros nuevos?
-Entonces recibíamos envíos mensuales o cada dos meses, y ahora son dos envíos al año. Entiendo que les dan un dinero y tienen que repartirlo entre las 138 bibliotecas que hay en Asturias. En el caso de Ribadesella lo suplimos un poco con los lotes de libros del premio de la campaña de lectura "María Moliner" y la Concejalía de Cultura acaba de ampliar el presupuesto y vamos a poder hacer nuevas adquisiciones.
-Empezó con un fichero de madera para consultar el catálogo de libros y en 2007 informatizaron todo el fondo bibliográfico y el sistema, ¿hay menos dinero pero un mejor servicio?
-Siempre intentas mejorar el servicio, pero el gancho de las bibliotecas es tener libros nuevos y actualizados. Básicamente se busca la novedad, el "bestseller", lo que sale en televisión y todo lo que vaya al cine.
-¿Han cambiado los hábitos lectores de los riosellanos en este tiempo?
-Lo que más se lee sigue siendo novela, tienen mucho éxito la histórica y la de amor. Y la mayoría son mujeres. Entre los jóvenes se lee mucho cómic, novela de terror...
-¿Se lee más o menos que antes?
-En Ribadesella creo que se lee bastante, no noto que hayan descendido los préstamos. En lo que va de año hemos hecho 2.848, más los 328 libros y 76 revistas de la "biblioplaya". Por otra parte, se prestan muchos libros electrónicos en la plataforma "E-biblio", que nosotros contabilizamos. La lectura en papel tiene mucha competencia, pero aún así se lee mucho.
-¿Ha cambiado la forma de ir o estar en la biblioteca?
-Antes la biblioteca era un sitio de reunión, casi el único para los críos; hubo tardes de tener a setenta a la vez. Ahora tienen un sinfín de actividades extraescolares y eso se nota, aunque el "Espacio 6-12" se abrió el lunes con 39 usuarios, ha sido un éxito total de afluencia.
-¿Cree que la tecnología podría llegar a suprimir el trabajo que desempeña?
-Yo creo que no. Esa etapa en la que se auguraba la imposición del libro electrónico queda lejos todavía. Creo que el papel sigue siendo fuerte y, de hecho, hay estadísticas que dicen que el 78,6 por ciento de los lectores prefiere el papel frente al 11,2 por ciento que se decanta por el libro electrónico, al que le reconozco ventajas, como el poco peso si vas a viajar.
-¿Los lectores siguen demandando recomendaciones?
-Sí, las piden y también me recomiendan a mí. Es lo que te da el trato directo con el público, a muchos los conoces y sabes a quién le va a gustar un libro. Siento mucha satisfacción cuando vienen y me dicen que están encantados.
-¿Qué hay del famoso canon a las bibliotecas públicas, el pago en función de los libros que se compren y se presten?
-Me parece un despropósito. Si se están haciendo campañas de fomento de la lectura y se quiere que el acceso a la cultura sea libre e igualitario, ¿cómo se va a pagar un canon?. Los fondos no se destinarían a nuevas adquisiciones, sino a pagar el canon.
