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El acceso a los Lagos tendrá controladores de tráfico de mayo a octubre

"A partir de ahora, si viene buen tiempo, habrá atascos", avisan los empresarios

El acceso a los Lagos de Covadonga tendrá reguladores del tráfico durante los fines de semana desde el 15 de mayo hasta el 15 de octubre, como avanzó ayer el alcalde de Cangas de Onís, el popular José Manuel González Castro. La llegada del buen tiempo y más si se junta con puentes como el de San José (hoy en comunidades como Madrid es fiesta) provocan una intensa afluencia a los Lagos y los consiguientes atascos. Así sucedió este fin de semana.

El regidor cree que incluso se quedarán cortos y pide aumentar el presupuesto del parque por encima del millón de euros que ha tenido en los dos últimos años de forma que se puedan contratar más controladores y vigilantes. En este sentido demandó un "esfuerzo extra por parte de todos para evitar estos colapsos", pues atascos como el de ayer se deben al "problema de siempre, la falta de personal arriba y de regulación".

El presidente de la asociación que agrupa a los empresarios de la comarca de los Picos de Europa, "Incatur", Antonio Sánchez, opina que la presencia de controladores del tráfico "tendría que haberse adelantado ya. Durante los fines de semana y más si bien buen tiempo hay atascos seguro", expuso. Para Sánchez el colapso de este fin de semana "era previsible", teniendo en cuenta que en algunas comunidades hay puente festivo.

En Semana Santa estará operativo el plan de transporte (durante el que se prohíbe el acceso a los Lagos en un determinado horario, teniendo los visitantes que utilizar el autobús) y unas tres semanas después de concluida empezará el nuevo periodo de los controladores.

En cuanto a la reforma integral prometida por el Principado en la carretera que sube a los Lagos de Covadonga, Sánchez pidió que de verdad comience después del verano y deseó que venga buen invierno para que puedan trabajar. "Si no igual nos ponemos en la Semana Santa o el verano del año que viene", señaló el empresario antes de calificar de "lamentable" el estado del vial, que cada año soporta una enorme carga entre coches y autobuses. Los tramos peligrosos están señalados y son frecuentes, además, argayos y socavones, un panorama que vecinos y visitantes tendrán que padecer un verano más.

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