Total y absoluto respaldo de los usuarios de las playas de Llanes al trabajo que hacen los socorristas. El agitado verano en materia de incidentes entre bañistas y socorristas por la negativa de los primeros a no acatar las indicaciones de los salvavidas no ha pasado desapercibido entre diferentes usuarios de los arenales llaniscos. LA NUEVA ESPAÑA ha pulsado la opinión de varios ellos. Como denominador común está el respeto a la labor de los socorristas y el deseo de que no se repitan incidentes desagradables, como el ocurrido el lunes en Borizu cuando un usuario se encaró e increpó a los socorristas tras negarse a acatar la indicaciones de los profesionales al prohibir estos el baño en una zona de ese arenal. Un enfrentamiento que acabó con la Guardia Civil en el arenal. Todos los consultados coinciden en señalar que las personas que no respetan las normas son una minoría dentro de los miles de usuarios que a diario visitan las catorce playas del municipio con servicio de salvamento.
Francisco González acude todos los días a la playa de El Sablón. Asegura que la raíz del problema reside en la falta de civismo y la mala educación de la gente. "Los socorristas siempre tienen razón, son unos grandes profesionales y hacen muy bien su trabajo. La gente debería respetarlos más", dice. Asegura que ha sido testigo de episodios en los que los encargados de velar por la seguridad de las playas han sido objeto de duras críticas por parte de algunos usuarios. "He visto a críos estar en zonas rocosas y resbaladizas de la playa en marea baja que han sido advertidos de la peligrosidad de estar en estos lugares y encima los padres protestan", asegura. Dice que la gente "es muy protestona". González, emigrante a Francia, indica que situaciones como las vividas el lunes en la playa de Borizu son inconcebibles en el país vecino.
En los mismos términos se expresa Adolfo Díaz, jubilado que no falta a diario a su cita con el mar e El Sablón. "Que la gente no haga caso de las indicaciones de los socorristas me parece fatal. Hay gente muy tozuda. En la playa de El Sablón los socorristas hacen una gran labor y son muy buenos", subraya. Bajo su punto de vista, no debería haber ningún tipo de problemas en las playas pues el trabajo de los socorristas es el de velar por la seguridad de los usuarios de los arenales. "Hay gente que me da la impresión busca problemas ellos mismos", destaca.
En la playa de Toró ayer se daba un chapuzón el toledano Gregorio García. "Las personas que se mete en el agua y hace caso omiso a las indicaciones de los socorristas son unos imprudentes. Hay gente que parece no entender que las personas que trabajan de socorristas se pueden jugar la vida en un rescate. No sería el primer caso que ocurre en el que por culpa de un imprudente mueren varias personas", resalta.
La catalana Conchi Gómez y su marido, Alfonso Sáez, visitaban ayer la playa de Toró y presenciaban en primera persona el simulacro que se desarrolló en ese arenal. "Por cuatro cafres que no hacen caso de lo que dicen los socorristas no se puede generalizar. Hay gente incívica de todas las edades y bordes los hay en todos los lugares", añade. La pareja asegura que ellos se siente segura al lado de los profesionales. "Yo, cuando voy a la playa en Barcelona, me pongo cerca de ellos", indica Gómez.
De la misma opinión es la andaluza Isabel María García Cruz. "Me parece fatal que la gente no respete el trabajo de los socorristas. Una imprudencia en una playa puede acabar en una desgracia", manifiesta. En Andalucía, donde sostiene que hay menos socorristas que en Asturias, la gente comete demasiadas imprudencias en las playas. "A veces da la impresión de que a la gente le da igual todo", dice.
Otro usuario madrileño de la playa de Toró, arenal al que acude todos los veranos, cree que deben endurecerse las sanciones para las personas que no siguen las indicaciones de los profesionales. "Tengo la impresión de que en muchas ocasiones la gente no es consciente de la desgracia que pueden llegar a provocar por un imprudencia. Saltarse la prohibición de, por ejemplo, bañarse con bandera roja, puede acarrear graves consecuencias no solo para el bañistas, sino también para los rescatadores", señaló. Cree que sancionar con multas a los imprudentes es "la mejor solución" para poner punto final a estas situaciones y proteger la figura del socorrista.
En la línea de hacer una ordenanza que ponga freno a este tipo de situaciones con vistas al verano de 2018 trabajará el Ayuntamiento de Llanes durante el próximo invierno, según anunció el pasado martes el edil de Playas del Ayuntamiento, Javier Ardines (IU). Hacer una normativa en la que todas las fuerzas políticas pongan su granito de arena para poner freno a situaciones de falta de civismo en las playas será el objetivo de la norma.