"Es una vergüenza". Así de contundente se muestra la alcaldesa de Caravia, Salomé Samartino, ante las acusaciones del secretario de la Cofradía de Pescadores de Lastres, Pedro Santos, quien dice que las quejas de la regidora ante la mejillonera responden a "motivos políticos". Samartino destaca que el 29 de diciembre de 2016, PP, PSOE, Foro e IU, en un pleno extraordinario, acordaron por unanimidad presentar una alegación conjunta para que se hiciera un estudio medioambiental riguroso ante el proyecto. Además, advierte de que ella lo único que hace es "defender los intereses de los caravienses" y añade: "Los empleos que cree no se pueden comparar a los del turismo".
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Por su parte, la regidora de Ribadesella, Charo Fernández Román, respalda la opinión de Samartino y añade que "con este proyecto, Santos sólo está mirando por su propio dinero". Además, desde la Cofradía de Pescadores de riosellana, Manuel Buenaga, niega haber mentido al decir faenan en las aguas en las que se pretende instalar la estructura. Ahora, ambas regidoras quieren reunirse con representantes de la Federación de Cofradías de Asturias para tratar el tema.