La riosellana Victoria Valdés se ha abierto paso en el mundo del vino. Desde hace cinco años es la sumiller del restaurante Arbidel. Valdés ha aprendido todo lo que sabe de vinos de forma autodidacta y su aprendizaje constante le ha valido un gran reconocimiento: ser elegida, junto a otras cinco mujeres, para realizar una cata de vinos de Bodegas y Viñedos "Toni Martín", en el Salón de Gourmets, que servirá para reivindicar el papel de la mujer tanto en la sala de los restaurantes como en el mundo vitivinícola.
-La de sumiller es una profesión que quizá aún es un tanto desconocida. ¿Cuál es la labor que realiza un sumiller?
-El trabajo exacto de un sumiller consiste en llevar las bodegas de los restaurantes, hacer la carta de vinos y, sobre todo, presentar esos vinos al cliente y elegir uno que le convenga, que le guste y que le vaya bien con la comida que ha pedido. También ahora se han puesto mucho de moda los maridajes con los platos, y ya los cocineros tienen bastante en cuenta a los sumilleres a la hora de elaborar algún plato. Incluso, en algún sitio en el que yo he estado la idea del plato surgió de un vino, cuando normalmente es al revés.
-¿Qué se necesita para llegar a donde está usted?
-Hay que estudiar, es un trabajo en el que hay que echar muchas horas y siempre hay que estar buscando y moviéndote. No te puedes quedar parado, porque el mundo del vino evoluciona y cambia y hay que estar siempre a la última. Es una formación y dedicación continuas.
-¿Es este un buen momento para la sumillería en España?
-Ahora mismo sí, se le está dando mucho más valor que antes. Antes era bastante desconocida y ahora parece que está cogiendo la fama. Ahora la gente, con esto del "boom" gastronómico, lo va conociendo más y va cogiendo más auge el mundo del vino.
-¿Nota usted que ahora se presta más atención a la hora de elegir un vino?
-Sí, antes se elegía sobre todo la comida y ahora se tiene en cuenta todo.
- ¿Qué opina de los vinos asturianos?
-En Cangas del Narcea, que son los que tienen Denominación de Origen Protegida, sobre todo están destacando los blancos, están muy equilibrados y tienen un toque a manzana. Si tuviera que destacar uno, sería el "Siete Vidas".
-¿Hay algún vino asequible, que se pueda encontrar en el supermercado, que usted recomendaría?
-Pues, por ejemplo, uno podría ser el "Terras Gaudas", un Albariño, que es un clásico. Ya en tiendas especializadas se puede encontrar por ejemplo un Ribera del Duero que se llama "Antídoto", entre diez y doce euros.
-Ha sido elegida para una cata con la que se pretende reivindicar el papel de la mujer en el mundo del vino. ¿Orgullosa?
-La verdad es que sí, me sorprendió que me lo pidieran y es la primera vez que lo hago, pero como era con este fin dije que sí.
-¿Cómo es actualmente el papel de la mujer en el ámbito del vino y la sumillería?
-La mujer está cogiendo más fama cada vez y se le está reconociendo más, pero hasta ahora era un mundo total de hombres. Es más, ibas a estudiar y a lo mejor eras tú en la clase y todo el resto hombres. Pero ahora ya hay mujeres muy buenas que llevan restaurantes o grupos grandes y se les está reconociendo su trabajo.
-¿Usted se encontró con alguna traba cuando comenzó a entrar en este ámbito de trabajo?
-Yo no porque empecé en mi casa, en el Arbidel. Sí que es verdad que a veces la gente se sorprendía cuando algún cliente pedía que fuera el sumiller y decía que era yo, pero personalmente no me he encontrado ningún problema. Hay gente a la que a lo mejor le costó más, pero tampoco nadie me ha hecho sentir inferior porque eso depende de cómo te sientas tú. Si tú crees que lo estás haciendo bien es difícil que te bajen la autoestima por el hecho de ser mujer.