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Los Lagos, un sueño hecho realidad

El niño Daniel Ortiz, enfermo de cáncer, conoce el Enol y La Ercina gracias a la Fundación Pequeño Deseo y al Ayuntamiento de Cangas de Onís

Daniel Ortiz posa con trabajadores del Parque Nacional de los Picos de Europa y con su director en Asturias, Rodrigo Suárez Robledano (a la derecha), en el centro de recepción de visitantes Pedro Pidal. REPRODUCCIÓN C. CORTE

Ni conocer a Messi o Fernando Alonso ni asistir a un concierto de Melendi. El mayor deseo de Daniel Ortiz, un niño madrileño de 7 años al que hace poco diagnosticaron cáncer, era conocer los Lagos de Covadonga. Su sueño se hizo realidad gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Cangas de Onís con la Fundación Pequeño Deseo, que el pasado fin de semana le patrocinaron un viaje al corazón de los Picos de Europa.

La atracción por el Enol y La Ercina comenzó cuando el pequeño, que vive en Parla, vio fotografías de los Lagos en un libro del colegio. Desde entonces, a Ortiz le ha cambiado radicalmente la vida: le detectaron una leucemia mieloide crónica, un cáncer poco frecuente en niños y para el que, de momento, no existe cura. El diagnóstico llegó hace poco más de medio año y desde entonces el niño frecuenta a menudo el Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde la Fundación Pequeño Deseo descubrió su obsesión por conocer los Lagos.

La visita se puso en marcha el viernes, cuando Ortiz cogió por primera vez un avión rumbo a Asturias desde Madrid en compañía de su madre, Vanesa. Los dos fueron recibidos en Cangas de Onís por parte de la corporación municipal y de la Policía Local, que le regaló una tarta decorada con dibujos de Mario Bros, uno de sus personajes favoritos. La embajadora en Asturias de la Fundación Pequeño Deseo, Camino Luna, tampoco se perdió la cita.

Tras una visita al parque de bomberos cangués, la familia se retiró a descansar en Covadonga. El plato fuerte llegó el sábado, cuando visitaron el Parque Nacional de los Picos de Europa en compañía de un guía de excepción: el codirector del espacio protegido, Rodrigo Suárez Robledano. Hubo paradas en la Casa Dago y en el Centro de Recepción de Visitantes Pedro Pidal aunque la decepción al llegar a La Ercina y comprobar que la niebla tapaba la vista fue mayúscula. Según el alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González, la tristeza duró poco porque, "como por arte de magia, empezó a despejar y a los cinco minutos el cielo quedó limpio". Tocó entonces subir al mirador de Entrelagos y hacer una parada en la majada de pastores de Gumartini, donde se elabora el queso gamonéu, uno de los más cotizados del mundo. El abad Adolfo Mariño recibió por la tarde a la comitiva en Covadonga y le dio su bendición a Ortiz, que después repuso fuerzas merendando tortitas con chocolate en Cangas de Onís.

El domingo fue tiempo de despedidas, aunque con la promesa de volver, no sin antes recordar que, con el fin de colaborar en la investigación del cáncer infantil, la madre de Daniel ha puesto a la venta unos jabones solidarios.

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