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Las rederas, orgullo llastrín

"Llamamos la atención porque somos las únicas que cosemos redes de cerco", dicen las artesanas en el Mercáu tradicional

Una turista observa el puesto de la cestera Olga Rodríguez en el Mercáu Tradicional de Lastres ayer. CRISTINA MURUZÁBAL

Los turistas que llegaban ayer al paseo de la iglesia de Lastres se sorprendían y maravillaban con los casi 30 puestos del Mercáu Tradicional "Con sabor marinero" de la localidad colunguesa, en los que la artesanía era la protagonista indiscutible, eso sí, acompañada de varios tipos de comida y diversos talleres para que la experiencia de quienes se acerquen durante el fin de semana sea completa y agradable.

Así, en este mercáu, iniciativa del Ayuntamiento de Colunga y coordinado por la asociación de artesanos "Alcuentros" primaba ayer la originalidad. Tanto es así que uno de los primeros puestos que aparecen ante la vista de los paseantes es el de Bibiana Alonso y que llama la atención por su color y su aroma. ¿El contenido? Bombillas. "Reciclo bombillas, que decoro, y las uso después como recipiente de ambientadores naturales que también hago yo", cuenta Alonso. Una artesanía que, sin duda, llama la atención por lo curioso del producto. De hecho, como cuenta la propia artesana, cuenta ya con dos premios a la originalidad.

Y hablando de innovaciones, nadie podía pasar por alto a David Campo, un artesano cuyo material de trabajo son las astas que los ciervos pierden al mudarlas. "Empecé con madera, pero desde hace cinco años lo hago con este material y la verdad es que llama la atención", cuenta este creador de diversas esculturas y artilugios.

Y de un oficio poco común, como es tallar en asta de ciervo, a otro prácticamente perdido. Ese es el que llevan a cabo las rederas de Lastres, que confeccionan y arreglan las redes de los marineros. En el mercáu, además, se puede ver su trabajo en directo en los diversos talleres que realizan y se pueden comprar sus piezas de artesanía hechas con redes, que también se encuentran en la tienda que tienen en el muelle llastrín. "Es algo que llama mucho la atención, somos las únicas que cosemos redes de cerco en el Oriente", afirma la redera María Margolles.

Cerca de ella también estaba otro oficio casi desaparecido, el de cestera. En su puesto, Olga Rodríguez mostraba orgullosa las cestas que ella misma confecciones desde hace unos 15 años, algo que llama la atención de quienes pasan por delante de la mujer cuando se encuentra trabajando.

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