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Quejas en Carreña por el residente de la rectoral, que tiene sus animales en el tanatorio

El cura ha dado permiso al hombre para vivir en la casa del párroco, encima del velatorio, donde guarda cinco perros y una cabra, "y está todo sucio"

Los perros, en el edificio del tanatorio de Carreña de Cabrales. C. MURUZÁBAL

Los vecinos de Carreña de Cabrales están indignados ante la situación que, según denuncian, se vive en el edificio en el que se ubica el tanatorio: un hombre se ha instalado en la parte de arriba, donde hay una vivienda (la rectoral), y ha dejado a sus animales en las instalaciones del tanatorio.

Así lo ha explicado Juan Díaz, vecino de la localidad, que ha denunciado el caso a través de sus redes sociales, obteniendo el apoyo de otros habitantes de la zona. "El hombre tiene cinco perros y una cabra, a los que tiene en el tanatorio, y está todo sucio", cuenta Díaz. Según detalla el vecino, este hombre se encuentra habitando en el lugar con permiso del párroco local, ya que el edificio es competencia suya, pero considera que una decisión así debería haber sido consultada a los vecinos. "El edificio es de la iglesia, pero fuimos nosotros los que arreglamos la sala del velatorio", sostiene Díaz.

Además, Díaz dice que la situación habría sido insostenible en caso de que hubiera tenido que celebrarse algún velatorio en el lugar, ya que "con los animales por allí no está en condiciones para nada". A tal punto consideran los vecinos que ha llegado la situación que Díaz incluso advierte que, de no arreglarse las cosas, se plantean acudir a las autoridades competentes, ya sean los representantes municipales, con el alcalde del concejo a la cabeza, o la Guardia Civil, para que pongan orden.

Por su parte, el párroco local, Pedro Fernández, quita importancia al asunto y ratifica que, efectivamente, dio permiso a ese hombre para vivir en la casa con la que está equipado el edificio, "movido por la compasión". Eso sí, sostiene que, si bien es cierto que tiene animales, no considera que haya suciedad ni que haya motivos para una alarma tan generalizada como la que han manifestado los vecinos. De hecho, el párroco confirmaba que el inquilino estaba a punto de abandonar el lugar definitivamente. Así, parece que finalmente todo se va a solucionar, tal y como pedían los vecinos de la capital cabraliega, aunque estos dicen que ahora habría que "desinfectar" el lugar.

"Después de que haya habido viviendo tantos animales allí habría que limpiar a fondo porque a saber cómo queda eso... no está en condiciones para que se celebre allí un velatorio", manifiesta Juan Díaz.

Además, piden que este tipo de situaciones no se repitan por el bien de la convivencia entre todos y que en el futuro el párroco informe a los vecinos de decisiones tan importantes como esta, sobre todo teniendo en cuenta que la vivienda se encuentra en un edificio tan utilizado. "Esperamos que este tipo de situaciones no se vuelvan a dar; si alguien se hubierea muerto estos días, no lo quiero ni imaginar", concluye Díaz.

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