Abandonados a su suerte por las diferentes administraciones y temerosos de que la imagen de Bulnes con basura sin retirar en mitad del pueblo, con los caminos mal cuidados y con los carteles que señalizan las rutas de montaña en deficiente estado de conservación o tirados, afecte de manera negativa al turismo. Así dicen estar empresarios y vecinos de la localidad cabraliega. El 14 de septiembre, según explican, acabó el contrato que con el Parque Nacional tenía la empresa encargada de retirar la basura. Desde esa fecha son los propios operarios del Parque los que retiran los desperdicios cuando cuadra, en vez de hacerlo de manera periódica, lo que hace que se acumulen durante días junto a los contenedores. Los vecinos dicen sentirse discriminados por la falta de limpieza y de atención, y no descartan realizar movilizaciones para hacer visible su problema.
"Esto es un verdadero desastre", sostiene Alberto Rodríguez Montes, quien regenta en Bulnes el restaurante La Casa del Puente y el hospedaje La Casa del Chiflón. Asegura sentir vergüenza cuando estos días llegan visitantes y se encuentran con los contenedores ubicados en el centro del pueblo hasta arriba de basura, y gallinas y perros husmeando entre las bolsas. "Estos días hace calor y huele mal. No hay derecho a esto", dice. Reclama una mayor implicación de los rectores del Parque Nacional para que este tipo de situaciones no se conviertan en algo normal. Cree que la excusa de que no hay dinero para contratar a una empresa que recoja la basura cuando haga falta como se hizo en verano, no sirve. "Hoy (por ayer) retiraron la basura, pero no sabemos cuándo volverán. En dos días los contenedores estarán llenos y los turistas siguen viniendo", dice.
Mercedes Mier Campillo, del bar Bulnes, apunta, además del problema de la basura, otras deficiencias. "Nos sentimos abandonados y desamparados. Si pides algo al Ayuntamiento, dicen que es cosa del Parque, y al revés", destaca. Lamenta Mier Campillo el mal estado de los caminos. "Hace tres años arreglaron la subida a Bulnes de Arriba y sobró material. En vez de utilizarlo en mejorar el camino entre el funicular y el pueblo, se volvió a bajar. Aquí estamos siempre igual. Recortan de todos los lados, pero para hacer miradores para la Princesa hay dinero", sostiene con resignación.
"El pueblo está cada vez peor", dice Adolfo Campillo, quien dirige el albergue Villa de Bulnes. "Aquí no se hace nada", subraya. En relación a la basura, dice que son muchas las explicaciones que tiene que dar a los visitantes que le preguntan. "Parece que al Parque solo le interesa hacer miradores", destaca. Cree necesario mejorar la señalización de las rutas en la zona. "Corro carreras de montaña y viajo por muchos lugares de España. Veo que otros parques donde he estado están más cuidados que este", asegura.
