Sólo podrán ser considerados cazadores locales de Amieva quienes hayan nacido en el concejo o lleven al menos dos años empadronados de forma ininterrumpida en él. Al menos eso se desprende de la ordenanza aprobada ayer con los votos favorables de Foro -que gobierna en minoría- y del PSOE. El único concejal del PP, Carlos Salazar, se abstuvo al entender que la norma está enfocada hacia la creación de una reserva de caza y no incluye la posibilidad de que sea un coto privado el que gestione los recursos cinegéticos.

Amieva inició a comienzos de año los trámites para que sus terrenos cinegéticos fueran gestionados bajo el régimen de reserva regional por el Principado y no por un coto privado, como sucedió hasta el verano de 2017. La gestión privada levantó polémica toda vez que la última sociedad gestora abandonó el coto dejando pendiente el pago indemnizaciones. En el caso de aprobarse la reserva, los cazadores locales tendrían bonificaciones en las cacerías y derecho a participar en más batidas y recechos que el resto.

El alcalde, el forista José Félix Fernández, desestimó las dos alegaciones presentadas a la ordenanza (una de la sociedad cinegética Sierra de Borde). Los reparos se centraban en que el Ayuntamiento quiere atribuirse competencia para administrar los recursos cinegéticos que son autonómicas y en los criterios para definir quién puede ser considerado como cazador, que no contemplarían a personas que viven fuera del concejo. El regidor amievense se apoyó en dos informes favorables -aunque no vinculantes- de la secretaria municipal para descartar ambas reclamaciones, que tildó de falsas. Fernández defendió que la normativa busca acabar con la "picaresca" de los cazadores que se empadronan en Amieva sólo para cazar y que en realidad no residen allí de forma habitual.

El documento lleva un nuevo preámbulo e inhabilitaciones de hasta tres años para quienes, por ejemplo, circulen con vehículo a motor en horario nocturno para interceptar algún animal.