La Asociación Española de Criadores de Ganado Vacuno Selecto de la Raza Asturiana de la Montaña (Aseamo) subastó ayer diecisiete toros en Cangas de Onís, pero fue el semental "Cid", de los criadores amievenses M.ª Oliva Martino y Enrique Sánchez el más cotizado: alcanzó los 3.000 euros en la reñida puja. Su comprador, Ramón Suero, tuvo claro desde el principio que pagaría "lo que hiciese falta" para llevarse al ejemplar -de dos años de edad y 456 kilos de peso- a su casa de Sotu l'Ensertal. "Me gustó su color, forma y nobleza. Fue un flechazo", apuntó.

La otra gran estrella de la subasta de casinas fue "Granjero" , del criador piloñés Armando Gutiérrez, que se vendió por 2.200 euros a una ganadería de Parres. El tercer toro más apreciado fue "Lindu", del criador peñamellerano Graciano Torre, por el que se ofrecieron 2.050 euros.

En total participaron en la puja de Aseamo veintiocho compradores que, mano en alza, hicieron sus apuestas en tramos ascendentes de 50 euros. Cuatro de las ofertas quedaron desiertas y el resto de ejemplares cotizaron de media por encima de los 1.200 euros, alcanzando el volumen total de transacciones los 19.400 euros.

El mercado de ganado de Cangas de Onís también acogió durante la mañana una subasta nacional de la Asociación de Criadores de Cabra Bermeya (Acriber), que puso a la venta cinco de sus mejores ejemplares: cuatro machos y una hembra. El protagonista absoluto de la jornada fue el castrón "Lolo", del criador Casa Canto de Allande, que como el resto partió de un precio inicial de 150 euros pero que fue tasado finalmente en 925 euros (775 euros de más).

Su comprador, Manuel García, se desplazó ayer específicamente desde Gozón para adquirir el ejemplar. "Estamos trabajando en la mejora genética de la raza y sabíamos que era el mejor", explicó el comprador, que tuvo que competir contra una docena de pujadores para hacerse con el castrón de oro. El segundo macho más cotizado de bermeya fue "Elegante", de tres años de edad, adquirido a un precio de 575 euros por Fernando Quirós.