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Ribadesella, dividida por la zona naranja y la gestión del aparcamiento de pago

La forma en que afecta a los vecinos, uno de los puntos más debatidos del proyecto riosellano

Hay división de opiniones sobre el estacionamiento de pago en Ribadesella. A pesar de que el borrador del proyecto se aprobó en el pleno municipal y ha terminado el plazo de alegaciones, los grupos no parecen estar cerca de ponerse de acuerdo sobre el asunto.

Tras el proyecto presentado por Pueblu, que propone una gestión municipal, una tarjeta para los residentes del concejo por valor de 15 euros al año que les exima de pagar, y el pago únicamente en el centro urbano -lo que se conoce como zona azul- con una tarifa de 1,50 euros por un máximo de hora y media, el resto de partidos tiene sus propias consideraciones sobre cómo debería ser este servicio.

Para la alcaldesa, Charo Fernández Román, la zona naranja, la que afecta al entorno del arenal de Santa Marina, es "fundamental". "Es la vía perfecta para conseguir recursos para limpiar y mantener la playa", sostiene la regidora. Así, Foro aboga por que en la zona azul se pueda aparcar durante un máximo de hora y media por 1,50 euros, mientras que en la zona naranja el tiempo máximo para aparcar sea de cuatro horas, que saldrían por cuatro euros. Además, apuesta por un bono anual de 30 euros, únicamente para los residentes en las calles afectadas por la zona naranja que paguen su viñeta en el concejo y no cuenten con garaje propio. Todo esto, gestionado de forma privada, por lo que la regidora apunta a que la inversión inicial para poder ofrecer el servicio recaería en la empresa adjudicataria y al Ayuntamiento le llegarían "en todo caso, beneficios".

Para el PSOE, la implantación de este tipo de aparcamiento de pago no debe hacerse de forma "masiva" y considera que el primer paso debería ser aplicar la zona azul únicamente a la calle Comercio, en el centro de la villa, ya que cree que lo 58 aparcamientos que alberga serían "fáciles de gestionar por la corporación municipal". Por otro lado, también apuntan que la zona naranja debería quedar reducida al aparcamiento que hay en un extremo del arenal y no a otras calles del entorno, como propone Foro. Además, su portavoz, José Luis Díaz, apunta que ellos apuestan por una gestión municipal del servicio y creen que los habitantes deberían tener alguna facilidad, aunque cuál y cómo concretarla debería ser es un asunto que "aún habría que estudiar", por lo que no se decanta por ninguno de los bonos propuestos por otros partidos.

En cuanto al PP, Juan Manuel Blanco dice que en su grupo quieren "lo mismo que está implantado en los municipios limítrofes, sin experimentos". Con respecto al entorno de la playa, Blanco afirma que abogan por la creación de una zona naranja y, al igual que el resto de grupos, entiende que habría que buscar "una medida que sea liviana para los residentes", aunque, por el momento, no especifica cuál.

Por su parte, Ciudadanos también ha presentado alegaciones al proyecto, mostrando así sus propias ideas sobre el asunto. Para Luis Fuentes, la zona naranja no debería implantarse porque "perjudica a la gente de las calles cercanas, que van a soportar un volumen de tráfico mayor al que están acostumbrados", al considerar que no todo el mundo estaría dispuesto a pagar por aparcar y que serían muchos los que buscarían un lugar para estacionar su vehículo fuera de las zonas reguladas. Por otra parte, en cuanto a la gestión, uno de los mayores puntos de división, Ciudadanos apuesta por un modelo municipal, ya que sostiene que, "en todo caso, se van a necesitar recursos municipales", como la Policía Local, por lo que abogan por aumentar su plantilla.

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