Los clubes deportivos se constituirán en asociación antes de final de año

Las escuelas deportivas de Llanes han iniciado ya los trámites para formar una asociación que agrupe al mayor número posible de clubes con el objetivo de poder dar clases de manera privada en cuanto sea posible. El pasado martes llevaron a cabo una reunión en Posada donde se sentaron las bases para crear un colectivo que los agrupe a todos. Entre los acuerdos alcanzados está también el de buscar asesoramiento legal para formar la asociación y dar sus primeros pasos, así como a la hora de acudir con garantías a futuros concursos públicos que se saquen desde el Ayuntamiento.

"La intención que tenemos es que a la mayor brevedad posible, si es posible a finales de mes, la asociación quede constituida y podamos empezar a dar clases en enero, coincidiendo con la vuelta de los niños al colegio", aseguró ayer el monitor del Club Oriente Atletismo, Jagoba Mentxaka.

Los clubes dan por concluidas las reuniones con el Ayuntamiento. Esta misma semana, con la apertura de la totalidad de los sobres, concluirá el proceso abierto por el cuatripartito para sacar a concurso público las escuelas deportivas, en base, según defienden, a un informe del secretario municipal que especificaba que en el marco de la normativa vigente no se puede firmar convenios con clubes deportivos ni encadenar contratos menores, siendo necesario sacar a concurso público abierto la adjudicación de este tipo servicios.

Desde el pasado viernes, cuando los clubes deportivos convocaron una concentración frente al Ayuntamiento, han recibido innumerables muestras de apoyo por parte de alumnos, padres y ciudadanos en general, plasmadas en la recogida de 1.500 firmas. Los padres piden que las clases a sus hijos las sigan dando los mismos monitores que hasta ahora y lamentan que en el modelo de adjudicación tan solo se tuviese en cuenta aspectos económicos y no la trayectoria de los clubes. La edil de Deportes, Marisa Elviro (VxLl), explicó el martes que se escogió el procedimiento más rápido para la adjudicación, lo cual impedía valorar aspectos al margen del económico, y reconoció que fue un error no iniciar el proceso con mayor antelación.