El kayakista Javier Hernanz Agüeria, medalla de bronce en 5.000 metros en el pasado Campeonato del Mundo de Sprint, en Montemor o Velho (Portugal), ya tiene expuesta "su" piragua de mazapán en el llamativo escaparate de la Confitería Campoamor, regentada por sus progenitores Juan Luís y María, en la villa de Arriondas (Parres). Y es que los mazapanes, polvorones y turrones, entre otras delicias, son todo un clásico en estas fechas pre-navideñas, elaborados con esmero y pasión por los artesanos confiteros en la capital parraguesa.

Precisamente Javier Hernanz, que milita en las filas del UCAM (Murcia), recibió un reconocimiento del Comité Olímpico Español (COE), el pasado 23 de octubre, donde se procedió a entregarle la citada medalla, toda vez que la ICF (Federación Internacional), resolvió el 29 de septiembre, tres días después del Mundial, que él era el ganador del bronce en K-1 5.000 metros, tras atender el escrito remitido por el noruego Eivind Vold, quien renunció a la presea y reconoció al parragués como legítimo ganador del tercer puesto.