Landing Barrow llegó a España hace dos años desde su Gambia natal huyendo del conflicto político del país. Allí dejó su vida como profesor de matemáticas y comenzó de cero en un país diferente, con una lengua desconocida para él y sin nadie a quien recurrir. Hasta que se topó con la Fundación Agricultores Solidarios, junto a la que ayer acudió al colegio Manuel Fernández Juncos de Ribadesella para contar su historia y concienciar así a los estudiantes de las distintas realidades que hay en el mundo.

La Fundación nació a principios de siglo en Cataluña para organizar las campañas de recogida de fruta y a los muchos extranjeros que participaban en ellas, y actualmente se encuentra ejerciendo su labor en diez autonomías españolas y ayudando laboral y socialmente a los inmigrantes que, como Barrow, se instalan en el país. "Nuestros objetivos son la integración de los inmigrantes y la sensibilización social, que tengan calidad de vida y accedan a un trabajo", explica Germán Busqué, miembro de la organización.

Una integración que Barrow se está esforzando en conseguir. El joven de 28 años ha hecho ya un curso de soldadura y actualmente se encuentra cursando el cuarto año de la ESO para formarse y tener así más oportunidades en el panorama laboral. Sin embargo, y aunque está contento en España, no puede evitar echar de menos lo que dejó atrás. "Si el conflicto acabara en Gambia, volvería", responde a la pregunta de una de las alumnas riosellanas que, como sus compañeros, está muy interesada en todo lo que Barrow tiene que contar.

Ese es precisamente el objetivo principal que persigue la Fundación con las visitas que organiza a los centros educativos como el riosellano, explicar a los más jóvenes la historia y la vida de las personas inmigrantes para que los comprendan y que en el futuro no haga falta luchar por la integración porque esta ya exista. Algo que consideran importante especialmente en las zonas rurales. "En el campo cada vez hay más despoblación y queremos explicar que los inmigrantes son importantes en estas zonas, sin ellos el campo no funciona", apunta Busqué.

Desde luego, los pequeños riosellanos no perdieron detalle de la explicación de Barrow sobre su vida y sus costumbres antes de afincarse en España, y no desperdiciaron la ocasión de hacer todo tipo de preguntas y comentarios. Una experiencia por la integración y la normalización de los inmigrantes que la Fundación tiene pensado repetir en otros centros de la comarca y de otras áreas del Principado.