El equipo de gobierno de Ribadesella va a presentar alegaciones para que la plaza de abastos de la villa no sea incluida en el Inventario de Patrimonio Cultural del Principado, lo que traería consigo la protección del edificio frente a la demolición.

Para el equipo de gobierno, la protección del edificio "entorpece" el desarrollo de la zona conocida como Campu les Rolles, el área junto al Sella que va desde el puente hasta el aparcamiento de la estación de autobuses y para la que el gobierno local había presentado un ambicioso proyecto de ordenación. Un proyecto que contempla la demolición del edificio y la creación de plazas de aparcamiento, zonas de ocio y espacios verdes, una sala para eventos y unas gradas hacia el río.

Esta idea despertó tanto opiniones a favor como en contra entre los vecinos, muchos de los cuales salieron en defensa del edificio riosellano, creando una plataforma para evitar su derribo. De hecho, ese colectivo ha sido el que ha remitido al Principado la propuesta para que la plaza de abastos sea incluida en el inventario. El Gobierno regional, por su parte, ha decidido recoger el guante al considerar que en la construcción del antiguo mercado se realizó un "uso pionero del hormigón armado".

Además, el objetivo de la plataforma también pasa por dotar de contenido al espacio, por lo que puso en marcha un plazo que terminó la semana pasada para que fueran los vecinos los que aportaran sus ideas sobre a qué se podría dedicar la plaza de abastos una vez rehabilitada. Una rehabilitación que tampoco se antoja fácil, pues según un informe encargado por el Ayuntamiento el arreglo y acondicionamiento del edificio supondría un desembolso de 700.000 euros. Cuestiones, todas ellas, que hacen incierto el futuro de la plaza por el momento.