El comercio de Ribadesella se enfrenta a una difícil situación tras un invierno que los propios profesionales del sector califican de "muy duro". La Semana Santa ha maquillado los malos resultados y esperan que el verano suponga un desahogo, pero advierten de que el futuro no es esperanzador, sobre todo teniendo en cuenta que el concejo, como ocurre en toda la comarca, no consigue fijar población joven.
Así lo ve Merce Arminio, que admite que durante la Semana Santa ha tenido un incremento en las ventas, pero matiza que eso no compensa los meses anteriores porque "en cuatro días poco se puede salvar". Para ella, este año ha sido "difícil" y cree que la clave para revertir la situación está en la creación de empleo. "Hace falta crear trabajo para que venga gente a vivir aquí, no se puede vivir solo del turismo", opina. En la misma línea se manifiestan José Manuel García e Ivana González, quienes afirman que durante el invierno "casi no se veía gente por la calle". "Los que más compran son los jóvenes, por eso hace falta que la gente tenga buenos trabajos porque, si tiene dinero, consume", afirman.
La misma forma de pensar tiene Ángeles Ferrao, para quien la temporada de invierno ha sido "desastrosa". "Ribadesella pierde población y el comercio cada vez depende más de que haya puentes y vacaciones, y de que en esas épocas venga gente", lamenta Ferrao. Además, apunta que para ayudar al comercio local no se puede fomentar cualquier tipo de turismo, sino que éste debe ser "de calidad, con dinero", para que llegue dispuesto a hacer compras en la zona. Sandra Montoya coincide en que las vacaciones de Semana Santa han ayudado a remontar un invierno "muy duro", pero afirma que en los últimos tiempos "el consumo está cambiando" de una forma que no beneficia a los comerciantes. "En épocas de vacaciones se vende más, es verdad, pero ahora la gente se dedica más al ocio y menos a las tiendas", cuenta Montoya.
La Semana Santa ha ayudado a los comercios riosellanos, pero si ha habido un tema protagonista durante los días de vacaciones en el concejo ese ha sido la plaza de abastos, después del acto organizado por la plataforma que promueve su recuperación en el que se presentaron proyectos para el futuro del edificio. Unos proyectos que han sido seguidos de cerca por los candidatos a la Alcaldía del municipio.
La mayoría de ellos prefieren, por el momento, ser cautos sobre el tema, ya que, hasta que la Consejería de Cultura no se pronuncie sobre su inclusión o no dentro del Inventario de Patrimonio Cultural, no saben qué podrán o no hacer con el edificio. Así lo cree la candidata de Foro, María José Bode,quien, no obstante, afirma que encontró detalles "interesantes" entre las propuestas ciudadanas. "Habría que hacer un estudio para ver las necesidades de Ribadesella y destinar el espacio a ellas", afirma Bode. En la misma línea se manifiesta el candidato del PSOE, Ramón Canal, quien opina que en caso de que la plaza quedara protegida habría que hacer algo "asumible y sostenible que sirva para dinamizar algún sector". "Lo único que no se puede hacer es no hacer nada porque se convertiría en un edificio ruinoso en la mejor zona de Ribadesella", apunta Canal.
También apuesta por la rentabilidad del edifico el candidato del PP, Paulo García. "Habría que hacer algo para que la plaza se mantenga por sí misma y que funcione; se podrían coger pinceladas de las propuestas que hay", sugiere García.
Luis Fuentes, candidato de Ciudadanos, cree que hablar ahora de la plaza "no tiene sentido" al no conocerse todavía la decisión de Patrimonio, perok, en caso de que ésa sea la de darle protección, "se elaboraría un plan de inversión que, por lo menos, sería de 600.000 euros porque no puede estar parada".
Por último, el candidato de Pueblu, Ricardo Cangas, cree que habría que "buscar proyectos con asesoramiento técnico y que sea Ribadesella la que decida".
