La Casa de Cultura de Cangas de Onís recibió la semana pasada la donación de dos documentos de identidad pertenecientes a Francisco Beceña González, uno de los personajes esenciales en el desarrollo del derecho procesal en España. La donación fue efectuada por el registrador de la propiedad José María Cadenaba Coya -ahijado de la hermana de Francisco, Camila Beceña- con el fin de dar la mayor difusión posible a la figura del jurista, que llegó a ocupar la cátedra de Derecho en la Universidad de Oviedo y en la Central de Madrid, entre otros destinos. Los documentos datan de 1934, apenas dos años antes de que Beceña, que nació en Cangas de Onís en 1889, fuera fusilado por un grupo de milicianos de Sama de Langreo al comenzar la Guerra Civil. El motivo de tan represalia parece hallarse en las discrepancias ideológicas y políticas manifestadas frente a otras formaciones de la izquierda durante la campaña en que participó como candidato por Asturias en las elecciones a las Cortes Constituyentes de 1931. El cuerpo de Beceña González nunca fue recuperado y su figura fue cayendo en el olvido pese a haber ocupado cargos relevantes como vicepresidente del Consejo Nacional de Cultura durante la II República o haber creado en Cangas de Onís en 1917 la primera Biblioteca Popular Circulante de España.
En 1952 su hermana Camila Beceña -que cuenta con una plaza junto al Ayuntamiento de Cangas de Onís- fundó en memoria suya en el municipio el Hogar de Ancianos Beceña-González y dotó a su nombre una beca de estudios para los jóvenes de Cangas de Onís. Además, Francisco cuenta con una calle en Oviedo.
