La locaildad riosellana de Barréu reunía ayer a más de doscientas persona en su celebración de Santa Rita, que cada año atrae no solo a los vecinos de la zona, sino a gentes llegadas desde otros concejos del Principado, destacando la devoción en Colunga. Desde allí, como cada año, y ya van diez, alrededor de cuarenta integrantes del grupo de montaña "La Huella" acudieron caminando hasta la pequeña capilla consagrada a la santa, donde se celebró la misa y la bendición de las rosas y de donde partió la procesión con la imagen de Santa Rita. "La tradición empezó un día de Santa Rita en el que estábamos caminando y hablamos que teníamos que haber ido a la fiesta, y desde entonces", explica Luisa Fernández, anterior presidenta del grupo. Desde entonces, en efecto, no han faltado ni un año.
Tampoco han fallado los muchos vecinos de la zona que quisieron festejar a la Santa de las causas imposibles. Una fiesta marcada por el color rojo de las rosas y por la música de la banda "Los Yerbatos" de Bimenes.