El presidente de la Cofradía de pescadores "Santa Ana" de Llanes, Ángel Batalla, es tajante: "Hay que dragar la dársena interior del puerto sí o sí, es un proyecto que se dejó a medias, no se ejecutó cuando había que hacerlo y es muy necesario, se nos acumulan los problemas", clama el marinero. Lo hace porque el Gobierno del Principado de Asturias no contempla en su Proyecto de Ley de Presupuestos Generales para 2020 ninguna partida destinada al dragado portuario. Los pescadores han alertado, por activa y por pasiva, sobre la necesidad de sacar los sedimentos, y ahora también las algas, del fondo en el que resguardan sus embarcaciones. La última vez que hicieron públicas sus reivindicaciones fue en una jornada en la que el calado era tan escaso que los barcos no pudieron salir a faenar. Sin embargo, sus peticiones no han sido escuchadas y los problemas se han acrecentado.
Las mareas arrastran hasta la costa toneladas de algas. Gran parte de ellas anegan la dársena interior y dificultan la actividad pesquera. Según cuenta Batalla, "las algas están dañándonos las pinturas de los barcos, están comiéndosela literalmente, y eso supone que tenemos que sacar el barco al carro para pintar cada mes, en lugar de cada seis o siete meses como lo hacíamos antes. Yo, personalmente, en un mes es la segunda vez que tengo que sacarlo para pintarlo, y eso supone un mínimo de inversión de mil euros", lamenta Batalla.
Porque el casco de los barcos, explica el marinero, "se protege de crustáceos y algas con unas pinturas especiales" que ahora son devoradas durante el tiempo de amarre, porque el suelo marino del puerto "está invadido" y el calado "al ser tan escaso, hace que las algas sean la base sobre la que reposan los barcos". A los pescadores de Llanes les prometieron un dragado, "pero parece ser que al final no van a haberlo", reprocha Batalla. Y es que "no hay dinero, nunca hay dinero aunque nosotros no dejamos de pagar. Al final, los perjudicados siempre somos los mismos", lamenta.
Al menos hay una buena noticia. El Gobierno regional sí estudiará, y a eso destina una partida de 60.000 euros, la posibilidad de construir un muelle de espera para las embarcaciones pesqueras. Estará situado, como proponen desde la Cofradía, en la zona más cercana a San Antón. La Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras iniciará "el estudio técnico", según han explicado, "para ver la posibilidad" de levantar en esa margen derecha portuaria una nueva zona de amarre "con el fin de dar acomodo a la creciente actividad pesquera".
Se trata de "un muelle de amarre que ponga punto y final a los problemas de los marineros en época de temporales, cuando las olas sobrepasan las protecciones del dique norte y rompen contra las embarcaciones". Hasta ahora los pesqueros tenían que refugiarse en el puerto deportivo, protegido por un dique y una compuerta. Pero esa es una solución temporal que no convence a ninguna de las partes. "Es algo positivo, al menos que se acuerden de nosotros para algo, si hacen el puerto imaginamos que será en fases", dice Batalla, aunque lo cierto es que se desconoce el número de amarres que saldrán en la zona. "Tendremos que esperar", asume Ángel Batalla.
