Los ganaderos de la montaña de Covadonga están cansados, desilusionados y decepcionados porque sus demandas no son atendidas por los responsables regionales. La falta de fondos sigue prolongado su espera y sospechan que por muchas cartas que les escriban a los Reyes Magos de Oriente o a Papá Noel, las inversiones del Principado tampoco llegarán en esta Navidad.
Toño García, que es el regidor de pastos de Covadonga, reconoce que están "desilusionados" porque sus problemas siguen sin resolución, a pesar de que hace un mes que se reunió con el consejero de Desarrollo Rural, Agroganadería y Pesca, Alejandro Calvo, y los directores generales de Medio Natural y Ganadería, David Villar y Nino Rodríguez. A este encuentro también asistieron los concejales Marifé Gómez y Gonzalo Suero.
García insiste en que son "obras de urgencia" el arreglo de los accesos interiores del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga. Por ejemplo, destaca que la pista que va desde el Lago Enol a Pandecarmen está intrasintable, como igualmente urge a actuar en la que va hasta Belbín. El acceso a Vega de Comeya tampoco está mucho mejor. "En los tres últimos años no se hizo nada", se queja Toño García. Por lo que las infraestructuras, que tampoco tienen el adecuado mantenimiento, van a peor. El regidor de pastos de Covadonga reclama, además, actuaciones en las mangas o potreros para el ganado. Estas necesidades le llevan a afirmar que siguen "anclados en el pasado" y para ellos, tener a sus reses pastando en el Parque Nacional de Picos de Europa "es nefasto". La situación se complica aún más porque implica a tres comunidades autónomas diferentes (Castilla y León, Cantabria y Asturias). También echa en falta liderazgo en la gestión de este espacio.
En el Parque Nacional de la Montaña de Covadonga hay 198 de Cangas de Onís. La mayoría, un 95% tienen ganado vacuno de las razas asturiana de la montaña y del valle. Aunque aquí también pastan cabras y ovejas, que producen la leche con la que se elabora el afamado queso gamonéu. Precisamente los pastos del puerto de Covadonga son muy valorados en esta producción. Pero los ganaderos se encuentran con otro problema, que suman a las deficiencias de las infraestructuras, y es la falta de pastos. Llevan tiempo con necesidad de realizar desbroces porque se está produciendo un avance del matorral en el monte y las reses se van quedando sin alimento.
Uno y otro "desalientan" a los ganaderos de este entorno, reconoce Toño García. "Unos tienen ganas de tirar la toalla y otros, sin gana de cogerla". Así resume la desazón, desánimo y desmotivación que reina entre los ganaderos que no encuentran más que trabas.
