En el concejo de Peñamellera Alta la conexión a internet, la señal de televisión y la cobertura móvil "es lamentable y pésima", no parece que nadie se dé excesiva prisa en solucionarlo y la consecuencia de ello la pagan los empresarios turísticos. Dicen que el concejo "es la vergüenza de la era digital" en un tiempo en el que "nuestros gobernantes vienen presumiendo por luchar contra la España vaciada", algo que, lamentan, sólo es "palabrería" porque la gestión de la zona rural hace que ésta "sólo tenga el beneficio de vivir en la naturaleza porque el resto todo son inconvenientes".
El enfado viene después de que "llevemos mes y medio sin internet" o con cortes puntuales que, en cualquier caso, entorpecen la actividad turística porque "no le damos a los clientes los servicios que les ofrecemos". Desde el establecimiento La Tablá Rural, en Besnes, explican que después de gastar los datos móviles de varios teléfonos -propios y de familiares- para lograr un acceso a internet, "hemos tenido que cerrar todos los calendarios de reservas porque no podemos exponernos a que la gente esté reservando en sus casas, nosotros no las veamos y sigamos llenando las plazas por teléfono", lo que conduciría, tal vez, a un overbooking. El negocio, dicen, se ha ido adaptando a las demandas actuales con los consejos de "los políticos que dicen que las empresas privadas tenemos que modernizarnos si queremos ser competitivos". Tal es la entrega tecnológica que "incluso pagamos una cuota de mantenimiento a la compañía telefónica para que en 9 horas laborables nos solucionen el problema" algo que, parece, no sirve de mucho. La situación "es muy perjudicial" para cualquier particular, pero lo es más para un negocio que atiende la demanda de familias que viajan con sus dispositivos tecnológicos.
Desde La Tablá piden al Gobierno local interceder ante la compañía Telefónica que, denuncian, "tienen el cableado por el suelo, con árboles sobre las líneas y los postes cayéndose" y sin un mantenimiento "es imposible que aquí funcionen las cosas bien". Sin embargo, el cobro es el mismo que si ofrecieran un buen servicio. De seguir así, lamentan los empresarios, "tendremos que irnos e instalarnos en lugar donde haya un acceso estable a internet" y, de ese modo, el pueblo se volverá a vaciar. Esa decisión la tomaron los dueños de otras casas rurales, Río Aliso, que las gestionan desde Llanes.
Pero los problemas persisten para quienes quieren quedarse, como en La Valleja, entre Ruenes y Alles, donde "los problemas de la red alámbrica hacen que funcione un día sí y otro no". La situación, "es perjudicial, claro, pero yo creo que es que no les compensa", lamentan. Al final, "lo están dejando morir porque tampoco meterán fibra". Las llamadas de teléfono "no llegan, con lo que no sabes si es que no tienes gente o no son capaces de contactar" apuntan desde las Casas Colgantes del Cares. Hay, además, un problema añadido, puesto que "hay clientes que quieren pagar mediante transferencias y a veces es imposible" por la mala cobertura. Al final, "no le ofrecemos un buen servicio al cliente y acabará yéndose a otro sitio, a otro municipio y eso será perjudicial para todos, empresarios vecinos y políticos".
