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El zoo de Cangas de Onís, al borde de la quiebra: "No cuadramos en ninguna ayuda"

El propietario de la instalación, Ernesto Junco, pide donaciones tras haber perdido la Semana Santa: "Cada mes hay 4.000 euros de gastos"

Ernesto Junco con el lobo de su zoo de Cangas de Onís. EVA SAN ROMÁN

El zoo de Cangas de Onís agoniza y sus dueños necesitan ayuda económica para sobrevivir a la pandemia. Los trescientos animales que Ernesto Junco atesora en La Grandera tienen que comer a diario y, por tanto, los gastos no han disminuido en esta empresa. En total, cada mes hay que desembolsar unos 4.000 euros de gastos, y siendo las entradas al zoo el único sustento, las cuentas no salen estando cerrado. "No cuadramos en ninguna de las ayudas del Gobierno", reconoce Junco, con lo que la subsistencia se ha complicado hasta el punto de que el fundador del zoo cangués ha abierto una cuenta bancaria en Liberbank (ES23 2048 0009 3130 04013624) en la que pide ayuda a la población. "A quien sea, con lo que sea, un euro, o cincuenta céntimos, cada uno lo que pueda", solicita.

Junco lleva arrastrando una mala temporada baja, con fines de semana de lluvia que impidieron el desarrollo normal de las visitas. Las restricciones de movimiento por el COVID-19 han sido la estocada final. Entre todos los animales hay osos, lobos, linces, pájaros, aves rapaces, águilas? "Tenemos un tipo de dieta de carne, semanalmente damos cien kilos de carne de pollo, más luego lo que traemos de Francia y otro tipo de alimentación para loros y otros animales", apunta Junco. El resto lo completan con los recursos propios.

Junco evidencia que echar el cierre del negocio no implica acabar con los gastos. "¿Qué haces con los animales? Nadie los va a comprar porque, además, no los puede transportar, ¿Los soltamos? No podemos?", plantea. "El Principado tendrá que hacer algo porque estamos todos igual, esto es una guerra mundial vírica y estamos indefensos", lamenta.

En años anteriores, "Semana Santa era un momento clave donde arrancábamos con fuerza la temporada", pero ahora "estamos agotando nuestros recursos y estamos jorobados". Además, tras una baja por enfermedad y con el gerente confinado por ser persona de alto riesgo, ha habido que contratar a una persona, con lo que los gastos aumentan.

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