La concienciación social es la base para la educación global. Así lo cree Beatriz Crespo, titular de la farmacia de Celorio (Llanes) que ha creado un gesto solidario que tiene que ver con las mascarillas KN95 que vende en su botica. Cada una de ellas cuesta 5 euros, aunque el cliente puede pagar 6 (de forma voluntaria) para ir sufragando una mascarilla "a quien no pueda pagarla o a quien no se ha planteado comprarla". Se trata de crear una red de suministro solidaria.

La iniciativa lleva dos días y Crespo está contenta "porque estamos viendo gestos realmente bonitos" de la población de la zona. "El uso de las mascarillas debería extenderse como una práctica habitual, pero no todos se han concienciado aún", por eso Crespo ha decidido cobrar las mascarillas a precio de costo, sin margen de beneficio. "No es una estrategia comercial", subraya. Es su aportación solidaria a la crisis. "A mí me gustaría, como ciudadana, que las mascarillas llegasen a toda la población y, además, personalmente tengo la obligación moral de proteger a los demás, porque se trata de una cuestión colectiva, no individual", explica.

"Estoy muy satisfecha porque la mayor parte de las mascarillas se han vendido a seis euros y no hemos pedido nada, sólo existe un cartel explicativo y las personas que entran a comprar lo hacen de forma totalmente voluntaria", abunda. Y ese es el verdadero fin. "Por ahora hemos dado dos mascarillas y tengo otras dos pendientes de dar" al siguiente cliente que o bien las solicite o la farmacéutica sepa que tiene una necesidad.