El Hogar Camila Beceña González de Cangas de Onís está inmerso en una transición y el Ayuntamiento ha de buscar ahora una figura que "garantice las funciones de las religiosas" Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor, que después de cuatro décadas de gestión en el geriátrico han anunciado su partida.
La edil Marifé Gómez advierte de que la gestión del centro será civil "únicamente de forma transitoria" hasta que "llegue una orden religiosa" que, nuevamente, se ponga al frente, tal como está estipulado en los estatutos del centro. La concejala daba cuenta así de las preguntas realizadas por el grupo socialista en el último pleno celebrado en el Consistorio ante el futuro que se plantea ahora en el centro. La residencia, asegura Gómez, "seguirá funcionando como hasta ahora", aunque aún se desconoce si será "un gerente o un coordinador" quien deba estar a cargo de la residencia canguesa. En cualquier caso, se desechó la propuesta de Unidas Podemos, que planteó hacer pública la gestión residencial. "Eso no fue lo que dejaron estipulados los benefactores y no iremos en contra de su voluntad, nosotros estamos buscando una nueva orden religiosa". Por él, recuerda Marifé Gómez, "ya han pasado tres órdenes religiosas y va a haber una cuarta" que se haga cargo de un hogar que nació en los años 40 del pasado siglo gracias a la cesión de Camila Beceña y Ramón González, que donaron sus posesiones "a las familias más pobres y necesitadas de la zona".
A día de hoy la residencia cuenta con 115 plazas, 35 de ellas concertadas, y emplea a 60 trabajadores, entre auxiliares de geriatría, enfermeros, limpiadores, cocineros y un fisioterapeuta.
La inestable situación sobre el coronavirus ha hecho que, al igual que sucediera en marzo, hayan quedado temporalmente restringidas las visitas al centro, donde hasta el momento no se ha registrado ningún positivo, informa J. M. C.
