Un grupo de vecinos de Cangas de Onís alertaron el fin de semana de un vertido en aguas del río Güeña, aunque se desconoce el origen del mismo, cerca del antaño denominado puente "del Mataderu". El estiaje que presenta en la actualidad ese afluente del Sella propició que las aguas residuales flotasen en ese lugar, provocando olores pestilentes, sobre todo cuando aprieta el sol. J.M.C.