Tristeza en la ribera del Sella por el fallecimiento de José Luis Fondón Álvarez, "Pepito", a los 94 años de edad, en Arriondas, todo un referente del deporte parragués y un enamorado del Descenso Internacional del Sella. Asimismo, también remó, siendo octogenario, algunas ediciones del tradicional Descenso de Viejas Glorias, en aguas del río Sella, que habitualmente se disputa a finales de agosto, bajo la organización del Club Los Rápidos, de Arriondas, teniendo de compañeros a Monchu Cerra Prieto o a Juan Manuel Feliz Granda, entre otros. 

En la última edición del Descenso Internacional del Sella, en 2019, el Comité Organizador del Descenso (CODIS) que preside Juan Manuel Feliz, rindió homenaje en vísperas de la Fiesta de las Piraguas de Asturias, a Pepito Fondón y José Luis Álava Soria, en plena plaza del Cañón, en Arriondas, quienes siete décadas atrás, en el año 1949, habían tomado parte en aquella prueba. Un sencillo acto marcado por la emoción y que recibió el reconocimiento de todos los amantes del mundillo de la kayak y la pala. 

Pepito Fondón guardaba con celo su licencia de la entonces Federación de Remo, antes de que se crease en 1959 la Real Federación Española de Piragüismo. Cierto es que nunca disfrutó del pódium del Sella, pese a que su debut en esa disciplina fluvial tuvo lugar por el año 1947 ó 1948, "no lo recuerdo muy bien, cuando entonces las piraguas salían de las dos partes del río y no de una sola margen», recordó en una entrevista a LA NUEVA ESPAÑA hace unos años.

Aquella primera vez fue en una piragua de madera contrachapeada, que les había regalado el que fuera alcalde de Parres, José Manuel Ruiz Portilla, fabricada en tierras vizcaínas, y tuvo de compañero a Luciano Peruyero. La bautizaron con el nombre de «Santa Rita». Una época, a finales de la segunda mitad de la década de los 40, en la que otro ilustre parragués Luis Miyares -ya fallecido- conseguía ganar Sellas en la modalidad individual. 

Las piraguas de aquel tiempo carecían de timón e iban cubiertas con lona, salvo las bañeras que tenían, y las palas clásicas, igualmente de madera, no eran invertidas. «Los introductores del timón y las palas invertidas en el Sella fueron los italianos Albera y Prezerutti, que ganaron la prueba en el año 1952, el segundo Descenso ya con carácter Internacional», señala Fondón Álvarez, que rubricó su mejor clasificación sellera en las distintas ediciones en las que participó con un sexto puesto en K-2, en el año 1949, teniendo de compañero a Fausto García-Dory, tripulando «La Pirindolina». 

En 1950, formado pareja con Roberto Cayarga, quedó décimo clasificado, con la piragua «Bígaru»; repitieron en el año 1951, quedando relegados a la decimocuarta plaza en el Descenso del Sella. Después, en 1953, Pepito Fondón quedaría noveno, igualmente en la piragua «Bígaru», pero con Ángel «el del Cantu» de compañero de tripulación. Sus quehaceres en el negocio de su progenitor, Manuel Fondón, el popular «Café Español», le impidieron seguir participando con regularidad en el Descenso Internacional del Sella. 

Ligado al futbol, otra de sus grandes pasiones, siempre rememoraba con pelos y señales buena parte de la historia del Club Arenas del Sella, desde su fundación hasta la actualidad. Eso sí, una de las grandes anécdotas era aquel encuentro "internacional" disputado en el desaparecido campo de La Llera, en la villa parraguesa, el 29 de enero de 1956, entre una selección del Oriente y los germanos del DJK Bayern-Nüremberg. Sin duda, una fecha histórica para el balompié en esa ribera del Sella, partido en el que se impusieron los anfitriones por 3 tantos a 2. Incluso ser habló de 6.000 aficionados presenciando el encuentro.