El Museo Etnográfico de Porrúa y el sector turístico profesional del Oriente de Asturias estrechan lazos. Ayer la junta directiva de Otea Llanes inauguró la primera de las tres jornadas de puertas abiertas dirigidas al sector de toda la comarca brindando la posibilidad de conocer de primera mano los atractivos del equipamiento cultural. La intención es que los equipos humanos que conforman estas empresas pueda informar mejor a los clientes que visitan la zona sobre los recursos culturales existentes. La Fundación Llacín, que gestiona el Museo, por su parte, anunció el lanzamiento, próximamente, de una campaña de micromecenazgo para el museo. Lo hizo en el mismo día en el que el Ayuntamiento de Llanes se refirió a la delicada situación financiera de la Fundación, sobre la que el Consistorio dijo que hará todo lo posible para evitar su quiebra.

En el encuentro con los empresarios, la Fundación no hizo referencia a la situación económica y se limitaron a explicar las iniciativas de promoción del espacio. “Que nuestros equipos humanos sean los principales prescriptores de la zona con conocimiento de primera mano de los recursos turísticos. El museo es una referencia. Tiene un contenido que incide en la sostenibilidad y va al ADN de las ventajas de Asturias como destino, como símbolo de autenticidad”, dijo José Alberto Concha copresidente de Otea Allares. El colectivo precisó que las siguientes jornadas organizadas entre Otea y el museo se realizarán el 31 de marzo y el 7 de abril.

Preservar el patrimonio

El equipamiento lleva 22 años abierto, atesora unas 7.000 piezas y pasan por él unas 10.000 peronas anualmente, según explicó el presidente de la Fundación Llacín, José Luis Villaverde, que anunció la puesta en marcha de una campaña de micromecenazgo. “Lanzaremos próximamente esta campaña a través de empresas que quieran colaborar pero también a nivel individual, bajo la fórmula de socio protector”, dijo Villaverde, que reivindicó el papel de la institución en la preservación de patrimonio público, aunque esté gestionada por una fundación privada. “Es una instalación que es patrimonio público, aunque la fundación es una entidad privada, administrando un bien de titularidad municipal”, dijo Villaverde.

La situación económica que atraviesa la entidad fue evidenciada poco después por el Ayuntamiento de Llanes, que ayer mismo comunicó, a través de una nota de prensa, la intención municipal de “asumir la responsabilidad que sea necesaria para evitar la quiebra de la Fundación Llacín y que se pueda garantizar su continuidad”.

Fue tras una reunión celebrada en el Consistorio llanisco con miembros de la Fundación, entre ellos su presidente José Luis Villaverde, y en la que estuvo el alcalde, Enrique Riestra, y varios miembros del equipo de gobierno. Fue convocada por el regidor para analizar la situación económica actual y su “viabilidad futura”.

Los responsables de la Fundación no hicieron referencia a este encuentro. Pero en la nota del Ayuntamiento se asegura que tras la revisión de los datos, la situación “no es favorable y está poniendo en riesgo la propia continuidad de la entidad”. Riestra “tranquilizó” no obstante a los asistentes, acordando mantener nuevos encuentros para la búsqueda de soluciones. “Teniendo en cuenta lo transmitido a esta Alcaldía con respecto a la falta de fondos y el problema que eso supone para la Fundación, transmitido inequívocamente en la ultima reunión del Patronato, llegando incluso a hablar disolución, es voluntad del Ayuntamiento (...) ver cómo podemos desterrar esta idea surgida en el último Patronato”, dijo el alcalde de Llanes.

Riestra, se comprometió a buscar los medios “legalmente establecidos” para que la Fundación y el Museo “sigan siendo un referente cultural de nuestro concejo”. Los empresarios anunciaron también la puesta en marcha del proyecto de impulso de los productos locales o kilómetro cero “Hecho en Llanes” para promocionar el sector primario del concejo y que los productos sean un recurso turístico en sí mismo.