La fiesta de la Sacramental brilló ayer de nuevo con fuerza en la localidad llanisca de Cue. Una mañana soleada permitió finalmente el lucimiento de las dos alfombras florales que llevaron muchas horas de trabajo: sobre el terreno, durante las semanas previas, y durante todo el año con el cuidado de las flores necesarias para hacerlas ahora.

La procesión llegando al altar de abajo. | M. Villoria

Con todos los materiales preparados, la lluvia no dio tregua en la tarde noche del jueves y puso en cuestión la posibilidad de poder llevar a cabo las espectaculares composiciones. Los dibujos marcados en el suelo para componer las alfombras fueron borrados por los incesantes chubascos varias veces. Pero finalmente, en torno a las cinco de la mañana, los vecinos de los dos bandos del pueblo, el del altar de abajo, conocido como el de la Fuente, y el del altar de arriba, conocido como el bando de San Fernando, pudieron empezar a trabajar en sus respectivas alfombras. Con cansancio, pero con la misma ilusión de siempre.

El motivo realizado ante el altar de arriba. | M. Villoria

Pétalos de hortensias de colores, que cuidan en lugares comunes y privados todo el año, verde de la siega, grijo y serrín teñidos fueron los materiales que utilizaron y que colocaron magistralmente para conformar los motivos de las afamadas alfombras de la Sacramental de Cue que bien podrían pasar por un tapiz. Unos 70 metros de largo tenía la alfombra del altar de arriba, dispuesta sobre la vía principal que atraviesa el pueblo, y unos 50 metros la del altar de abajo, ubicada en la plaza, sirvieron para el paso de la procesión que las recorrió enteras.

Motivos de la alfombra del bando de San Fernando. | M. Villoria

Para el arduo trabajo faltan manos que quieran contribuir a llevarlo a cabo. Ahora está concentrado en un puñado de vecinos y echan de menos el relevo generacional. Recuerdan como antiguamente se juntaban más de ochenta personas para hacerlas. “Siempre somos las mismas personas y cada vez menos”, comentó Tere Cerezo, contenta de que haya vuelto la tradicional fiesta, pero agotada tras una madrugada y una mañana de gran trabajo.

La procesión por Cue. | M. Villoria

“Empezamos a las tres y media de la tarde de ayer, tuvimos que pintar tres veces y nos lo llevó el agua. Cuando quisimos arrancar eran las cinco de la mañana”, dijo Javi Huertas mientras ultimaba los últimos trabajos.

La Sacramental vuelve a brillar en Cue

Las descargas de cohetes se hicieron sentir en la llegada de la custodia bajo palio a ambos altares. Salió de la iglesia de San Román al acabar la misa que ofició el párroco de Llanes, Florentino Hoyos, en procesión junto a los cuatro niños que comulgaron recientemente.

Telma Herrero, Deva Fernández, Mario Galguera y Lian Gornal con sus trajes de comunión protagonizaron también una fiesta que viven con entusiasmo desde pequeños en la localidad.

Tras la oración en el segundo altar, el de abajo, la atronadora traca final tiñó el cielo de blanco y puso punto y final a la cita con la laboriosa y lucida fiesta que, al fin, pudo ser disfrutada de nuevo con gran emoción en Cue.