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La Roza de Parres sigue siendo "ejemplar": los vecinos reinauguran el edificio de la vieja escuela

El acto cuenta con la presencia de las dos últimas maestras que ejercieron hace 40 años en el premiado pueblo, Marisa Ardines y Marilá de la Pola

Los vecinos de La Roza de Parres, ayer, junto a la antigua escuela local. | Ángel Manuel Laria

El pueblo de La Roza de Parres está más unido que nunca. Sigue siendo "ejemplar", como demostró en 2015, cuando ganó el concurso convocado por el Ayuntamiento de Parres para elegir a la localidad modélica del concejo. Alrededor de cincuenta personas participaron ayer en un acto esperado desde hace dos años a causa de la pandemia: la reinauguración del edificio de las antiguas escuelas locales, cerradas y abandonadas durante cuatro decenios y que los vecinos se empeñaron en reabrir. El inmueble, en perfecto estado de revista tras su renovación integral, ya funciona como centro social del pueblo. Y los vecinos tienen muchos proyectos en cartera para los próximos meses.

Por la izquierda, Francisco Rozada, Álvaro Palacios (teniente de alcalde de Parres), Emilio García Longo, Marilá de la Pola y Marisa Ardines. | Á. M. Laria

La escuela de La Roza se construyó en 1963, aunque el primer curso escolar se impartió allí dos años más tarde. Hace cuarenta cerró y los niños del pueblo fueron derivados desde entonces a la vecina Cangas de Onís, situada a apenas dos kilómetros de distancia. El abandono provocó que el edificio quedara prácticamente en ruinas. Todo cambió en 2015, cuando La Roza, donde residen todo el año apenas una veintena de personas, ganó el premio al "pueblo ejemplar" del concejo de Parres, convocado por el Ayuntamiento. Los vecinos quisieron que el premio en metálico, 6.000 euros, se dedicara a rehabilitar la escuela. Pero era una cantidad a todas luces insuficiente, por lo que pidieron ayuda al Ayuntamiento, que dijo sí a la propuesta. Las obras costaron 125.000 euros y concluyeron hace dos años, en plena pandemia, lo que obligó a aplazar la reinauguración del viejo centro escolar. Hasta ayer.

En un emotivo acto, actuó como coordinador de la presentación un vecino, Ray Álvarez. Tomó la palabra el alcalde de Parres, Emilio García Longo, quien manifestó su beneplácito por ver cómo edificios de este tipo que un día fueron escuelas rurales son ahora recuperados, en este y otros del concejo, para uso y disfrute de las comunidades vecinales.

Breves palabras dirigieron también a los asistentes las dos últimas maestras que desempeñaron su labor en La Roza –en los años ochenta del siglo pasado– Marisa Ardines Tamés y Marilá de la Pola Otero, ante las cuales estaban ayer algunos de sus antiguos alumnos. Álvaro Palacios, como teniente alcalde, y Francisco Rozada, como cronista oficial del concejo, felicitaron a los vecinos y les animaron a seguir trabajando unidos por el bien de la comunidad en un pueblo cuya fiesta patronal se celebra puntualmente desde hace 358 años, como está perfectamente documentado. Un "pincheo" cerró el acto con la participación de todos los asistentes, entre los que se encontraba uno de los alcaldes más longevos de España, Manuel Alonso García, más conocido como "Manolín", que con casi 88 años lleva desempeñando el cargo desde 1969, hace 53 años.

La antigua escuela de La Roza de Parres es ahora la sede social de la asociación local, la Sociedad de Festejos y Cultura Santuario de los Remedios (SOFECU), un colectivo que organiza cada año las fiestas locales, de las que toma el nombre, así como una comida de hermandad al día siguiente, y la popular carrera pedestre de montaña Subida a La Mota Cetín.

Pero la asociación, que preside Miguel Samartín y de la que es secretario Felipe Calvo, tiene muchos más proyectos en marcha. Por ejemplo, un curso de micología este mismo año, que incluirá una salida al campo para recoger setas y una comida posterior, la señalización de una ruta de montaña que forma parte de la Subida a la Mota Cetín, o cursos para la tercera edad que ha ofrecido el Ayuntamiento.

"Queremos seguir creciendo poco a poco", señaló Felipe Calvo, quien destacó que, pese a la escasa población actual censada en la localidad, la asociación Santuario de los Remedios suma ya más de 200 socios.

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