Llanes vibra con el emocionante Encuentro en la calle Mayor en la última procesión local de la Semana Santa

La tradicional cita del domingo de Resurrección en la villa contó con la asistencia de numerosos fieles

J.Quince

Llanes puso fin este domingo de Resurrección a las fiestas de Semana Santa con la celebración de la última de las procesiones, una de las más emocionantes para los llaniscos: la del Santo Encuentro. Numerosos fieles aguardaban a las puertas de la iglesia de Santa María del concejo para presenciar el último de los actos religiosos de la semana, organizados por la Cofradía llanisca, en la que participaron los simpatizantes de los tres bandos festivos de Llanes: San Roque, La Guía y La Magdalena.

Al mediodía sonaban las campanas y daba comienzo la esperada procesión con dos pasos que salieron del templo en sentidos opuestos por las calles de la villa. La primera de ellas, representada por la imagen de la Magdalena rodeó la basílica y avanzó por la plaza del Cristo Rey y la calle Posada Herrera a hombros de varios miembros del bando que lleva su nombre. Tras ella, la Virgen de los Dolores con su manto negro en señal del luto por la muerte de Cristo guiada por los costaleros del bando de La Guía. Encabezando la comitiva, Agustín Martín, del bando de San Roque, portaba el solemne estandarte parroquial seguido de un silencio sepulcral.

"En otras procesiones hay música fúnebre. Yo creo que es más impresionante hacerlo en silencio", opinó María Luisa Gutiérrez, vecina de Llanes.

En sentido contrario avanzó el cortejo protagonizada por Cristo representado en la sagrada hostia en manos del párroco Florentino Hoyos a quien acompañaba un séquito de fieles, guardias civiles y representantes municipales. Avanzó por la calle Posada de Argüelles y la Plaza de Santa Ana hasta incorporarse a la calle Mayor bajo un intenso olor a incienso y los cánticos de los feligreses.

Como manda la tradición, ambos séquitos se reunieron en el centro de esta estrecha y concurrida calle del centro llanisco, rodeados de decenas de personas cámaras en mano para inmortalizar el momento más emocionante del mediodía: El Encuentro. El paso de la Magdalena retrocedió unos metros dirección a su capilla para presenciar el momento en el que la Virgen y Jesús se encontraron frontalmente. Entonces, la pequeña Lucía Sánchez Herrero de 9 años fue la encargada de retirar el manto negro de la Virgen de los Dolores mostrando a una Madre de Jesús con capa blanca como símbolo de esperanza y luz.

"Es una tradición muy bonita que tenemos que mantener. La retirada del manto es la parte más especial de la procesión, siempre cogemos sitio para poder verlo bien", resaltó Laura Campillo.

El sonido de las campanillas anunciaron la resurrección de Cristo acompañada por una veintena de voces del coro parroquial, dando por concluida así la Pasión.Tras el encuentro, la imagen de la Magdalena se retiró hacía su capilla y la Virgen y Jesús emprendieron juntos el trayecto de regreso a la basílica, donde se celebraría una multitudinaria y solemne misa de Pascua.