El Fito sirve toda Asturias en "el cazu": así es el mejor mirador de la región según la encuesta de LNE

El popular mirador, que va camino de cumplir un siglo, ofrece vistas impagables y de quitar el hipo de los Picos, Ponga, el Sueve y la costa oriental

Mariola Riera

Mariola Riera

Los vecinos lo llaman popular y cariñosamente "el cazu" y todo se explica cuando uno se planta ante él y conoce el mirador del Fito (o Fitu), ubicado en Parres. El citado mirador es eso, un cazo, pero de grandes dimensiones, construido en hormigón y con su asa convertida en unas escaleras que conducen al paraíso. Porque la vista que se descubre al coronarlas quita el hipo y se podría decir que es un resumen de toda Asturias, mar y montaña en un giro de 360 grados: los Picos de Europa, el Parque Natural de Ponga, la Reserva del Sueve, infinidad de pueblos diseminados y un gran tramo de la costa oriental desde Lastres (Colunga) hasta Ribadesella.

Por esto y mucho más El Fito se ha coronado como el número uno de la gran encuesta del verano que ha realizado LA NUEVA ESPAÑA para elegir los 20 mejores miradores de Asturias, los "Balcones del Paraíso".

El Fito sirve toda Asturias en "el cazu"

Dos visitantes en una roca miran el antiguo refugio / Ángel González

"No nos extraña que haya ganado, las vistas son espectaculares", dicen Jesús Matías y Tamara Vieira, un matrimonio de Salamanca de vacaciones por el Principado con sus dos pequeños hijos Jesús y Manuel. "Habíamos estado aquí antes y ahora hemos querido traer a los niños". A la familia de Salamanca la seguirá una de Villarreal (Castellón), luego otra de Mota del Cuervo (Toledo), de Madrid, de León... Por no hablar de los visitantes extranjeros. En este día por semana de finales de junio cuando se realiza el reportaje hay en el aparcamiento coches de la República Checa, Países Bajos y Alemania...

El Fito es una de las visitas indispensables si uno se aloja por el Oriente, como reseñan los castellanomanchegos María Ángeles Alcobendas y Javier Alcolado, quienes con sus hijos Javier y Daniela suben al mirador y se recorren todo su entorno después de haberse hecho la foto con las diversas panorámicas que ofrece "el cazu".

"La pena son las nubes que hay, pero creo que hemos tenido más suerte que ayer que nos fuimos a los Lagos de Covadonga, otra visita imperdonable", reseña Javier Alcolado, quien ya visitó Asturias hace muchos, muchos años, y ahora se ha traído a toda la familia a conocerla. Lo que más ha cambiado, la gente: "Ahora hay muchísima, en los Lagos fue tremendo. Cuando yo vine aún se podía acampar allí y éramos muy pocos".

El Fito sirve toda Asturias en "el cazu"

Jesús Matías y Tamara Vieira con sus hijos Jesús y Manuel, al fondo, Lastres en la costa / Ángel González

A los Lagos quieren volver si hay suerte y despeja de nubes, algo que ya se sabe que en Asturias es más bien una lotería, aunque en los últimos años sean más los días despejados que los cubiertos y con lluvia. En esta jornada se podría decir que los cientos de personas que pasan por El Fito han tenido suerte a medias. Porque si bien para la zona de montaña apenas se ve nada por las nubes, todo cambia cuando uno da la vuelta y se mira al litoral, con un cielo completamente despejado.

Es con la costa a la espalda como optan hacerse la foto Joan y Gerard Molés y Berta Beteta, jóvenes viajeros de Villarreal y aficionados a los miradores. "Estuvimos en el de La Collada, en Amieva, muy bonito también. Lástima que no pillemos días despejados", lamentan.

Si la vista no convence, por los alrededores del Fito hay mucho que hacer, como una corta escapada al antiguo refugio, al otro lado de la carretera y también con espectaculares vistas al litoral, ya en la ruta que conduce al pico Pienzu (1.149 metros de altura). Es ésta una caminata ya para los que están algo más preparados y están dispuestos a echar unas cuantas horas por la bonita sierra del Sueve.

El Fito sirve toda Asturias en "el cazu"

Vista del mirador. / Ángel González

Se podría decir que son miles, cientos de miles, las personas que han disfrutado del mirador del Fito, ya que en unos pocos años, en 2027, cumplirá un siglo. Fue el doctor cubano Antonio Pérez Pimentel, un "enamorado de Asturias" y considerado por muchos pionero del turismo regional, quien impulsó la construcción con el objetivo de que todo el que quisiera pudiera disfrutar por encima de los árboles que lo rodean de la espectacular vista que ofrece este lugar a 1.100 metros de altitud y por donde antaño pasó una calzada romana. Su diseño –que a día de hoy aún genera cierta controversia por su "difícil" integración en el paisaje– corrió a cargo del ingeniero José María Sánchez del Vallado.

A éste y Pimentel se les recuerda con dos placas en un mirador que, como dicen muchos, quita el hipo por la impresión de verse colgado sobre la inmensidad del Paraíso Natural. Que lo disfruten.

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Por la carretera AS-260, que comunica Arriondas (Parres) con Caravia, se llega al Alto de la Cruz de Llames, donde se ubica el mirador del Fito o Fitu. Hay dos opciones, bien desviarse desde la Autovía del Cantábrico en la salida tras pasar Colunga y tirar hacia Arriondas. O bien subir desde la capital parraguesa.

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Los senderistas pueden dejar el coche en el área recreativa y acercarse a la cima del pico Pienzu, unas dos horas largas solo la ida. En la subida desde Colunga, poco antes de llegar al mirador, hay un sendero que conduce al Pico Castro, una ruta asequible. A 10 minutos en coche quedan Lastres y el Museo del Jurásico.

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El nombre de Fito o Fitu podría proceder de hito (jito en asturiano), ya que el emplazamiento es una especie de frontera o enclave que delimita un territorio. El mirador es muy conocido, en parte gracias a la popularidad que le ha dado la Vuelta ciclista a España, que ha pasado en varias ocasiones por este alto.

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