Colombres dedica su feria indiana a la emigración asturiana en EE UU

La historia de la emigración asturiana a América durante los siglos XIX y XX ha dejado una profunda huella en la región y, muy especialmente, en concejos como el de Ribadedeva. Como cada año, desde ya hace catorce, Colombres se viste de gala para evocar la memoria de todos aquellos que cruzaron el Atlántico en busca de un futuro mejor y regresaron habiendo hecho fortuna. Este fin de semana, la tradicional Feria de Indianos, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, ofrece un intenso programa de actividades en homenaje a los Estados Unidos (EE UU) y a los emigrantes en aquel país.

La jornada de ayer arrancó junto a la Casa de Piedra de la capital ribadedense, con el descubrimiento de la placa conmemorativa del evento. La bandera estadounidense se sumaba a la de otros países como México, Perú, Cuba, Argentina o Chile.

El jolgorio y la alegría inundaron las calles de Colombres al mediodía con el desfile inaugural de la feria. Un centenar de vecinos y visitantes, ataviados con la vestimenta tradicional indiana, desfilaron bailando y cantando a ritmo de rancheras y boleros mexicanos. Al frente de la comitiva, cuatro jóvenes presidían una carroza decorada con motivos estadounidenses. Eran María González, Daniel Noriega, Antia Peñil y Martina Borbolla, que disfrutaban de lo que consideran una de las mejores fiestas del concejo. "Nos encanta todos los años, da igual a qué país esté dedicada la feria", decían.

Entre el Ayuntamiento y La Quinta Guadalupe lucía engalanda la plaza Manuel Ibañez con banderillas de los tres colores norteamericanos: azul, rojo y blanco. A su alrededor se exponía una veintena de puestos de artesanía, productos y viandas de la región y de América para todos los gustos. Turistas y asturianos de otros municipios también se sumaron a esta fiesta local con trasfondo internacional. "Es la primera vez que venimos. Nos parece preciosa, para repetir", apuntaron Telvi López y Paquita Fernández, de Corvera y Soto del Barco, respectivamente.

La sesión vermú, previa al pregón, estuvo amenizada por la actuación de Lavanda Jazzband y el grupo Teatro Despierto, acompañados por los bailarines Eva y Luigi, quienes deleitaron al público con sus animados pasos de baile. A continuación, el alcalde de Ribadedeva, Jorge Martínez, subió al escenario para agradecer a todos los que hacen posible esta fiesta, convertida en referente en la comarca. Reconoció la labor de la administración, empresas locales, feriantes, asociaciones y vecinos. "Esa unión es la esencia de esta feria. Todos ellos son piezas del mismo engranaje que nos llevan unos días a revivir y a valorar nuestro pasado", señaló.

Manuel Roiz Junco, en representación de la Asociación Ecuestre de Ribadedeva, fue el encargado de pronunciar el pregón. Su discurso se centró en la importancia de las relaciones entre los vecinos y el país homenajeado de este año, así como en su contribución al concejo: "Por medio de esta fiesta damos a conocer nuestro patrimonio, las numerosas casas que estos indianos construyeron, fundaciones, obras y servicios que nos aportaron y que aún perduran en el tiempo. No son características nuestras sino de todo el territorio asturiano".

Al acto asistieron los miembros de la Corporación municipal y los alcaldes de Cabrales, las dos Peñamelleras y Val de San Vicente (cantabria). También estuvieron presentes María Luque, responsable de asuntos culturales de la Fundación Consejo España en EEUU; Santiago González, director de la Fundación Archivo de Indianos; Alfonso Benito de la Asociación Ultramar de Pradoluengo; Luis Fernández, vicepresidente del Centro Asturiano de Barcelona, y la número uno del PP al Congreso, Esther Llamazares.

El programa festivo continúa hoy domingo con actividades tales como exposiciones, visitas guiadas, música, juegos tradicionales y misa en honor a La Inmaculada.