El río Tabardín, a su paso por Llanu Con (Cangas de Onís), a punto de "taponarse" por la caída de un álamo

El fortísimo viento registrado en días pasados en el área de influencia de la comarca asturiana de los Picos de Europa ha propiciado numerosas incidencias, entre ellas la caída de árboles. Baste como ejemplo la preocupación reinante entre buena parte de los vecinos de Llanu Con (Cangas de Onís) al casi "taponar" un enorme álamo el cauce del río Tabardín, a su paso por ese núcleo rural. La situación no es nueva, pues, el dilema viene dilatándose desde hace tiempo y no acaba de tener solución satisfactoria.

"Vamos para bingo. Cada vez peor. No limpian nada". Así de rotundo se mostraba uno de los vecinos de esa localidad canguesa tras observar como la caída de vetustos y centenarios árboles están a la orden del día y, pese a las continuas denuncias, sin que haya manera de que las administraciones competentes actúen de urgencia para evitar males mayores, tales como posibles avenidas y desbordamientos en épocas de copiosas lluvias o deshielo. 

Hace escasos meses, desde la Confederación Hidrográfica del Cantábrico incidían que las competencias en materia de limpieza y conservación de ese tramo fluvial del susodicho Tabardín correspondían al Ayuntamiento de Cangas de Onís, al cual ofrecieron "la firma de un convenio de colaboración para definir y desarrollar, de forma conjunta, las labores de conservación, recuperación y mantenimiento de los cauces de los ríos en el término municipal, como ya se ha suscrito en varios municipios asturianos".