El ultimátum de los pescadores de Llanes: "O dejan de ponernos trabas o nos marchamos"

La Cofradía llanisca denuncia las pésimas condiciones del puerto de la villa y la falta de apoyo al sector por parte de las instituciones

Por la izquierda, Vicente de la Torre, Ángel Batalla y Aurelio Gutiérrez

Por la izquierda, Vicente de la Torre, Ángel Batalla y Aurelio Gutiérrez / J.Quince

J.Quince

Han llegado al límite. Los pescadores de la Cofradía Santa Ana, de Llanes, dicen estar "hartos" con los continuos obstáculos que enfrentan y la falta de apoyo real por parte de las instituciones para llevar a cabo su labor "con tranquilidad y dignidad". Las pésimas condiciones del puerto llanisco y el trato discriminatorio hacia los barcos pesqueros son motivo de indignación en el sector.

El nuevo temporal que azota el Cantábrico ha vuelto a poner de manifiesto las dificultades a las que tienen que hacer frente los pescadores en el puerto llanisco. Durante estos días de fuerte oleaje y, con las obras del dragado del muelle ocupando su lugar habitual de refugio, los barcos pesqueros se ven obligados a buscar protección en la zona interior del puerto designada para las lanchas recreativas. Sin embargo, los pescadores se están encontrando con un vaivén de decisiones contradictorias sobre dónde atracar, lo que ha generado malestar y confusión.

En un primer momento, recibieron una notificación oficial del Servicio de Puertos e Infraestructura del Transporte indicando que, debido a las obras de dragado, las embarcaciones debían liberar los puntos de atraque en la dársena deportiva a partir del 1 de febrero. El problema radica en que esta decisión no incluía pautas claras sobre cómo proceder en caso de condiciones meteorológicas adversas que podían poner en peligro los barcos expuestos a la interperie. Tras numerosas conversaciones, solo se llegó a una conclusión: “frustración total”, aseguran. “Primero nos dijeron que no podíamos amarrar, luego insistimos y se nos permitió por precaución, y ahora nos amenazan con multas si no sacamos los barcos de ahí. Se pasan la pelota de unos a otros y si luego pasa algo, se lavan las manos", resalta el patrón mayor de la Cofradía, Ángel Batalla.

Esta dificil situación solo les deja tres opciones: enfrentar las posibles multas por amarrar los pesqueros en el área deportiva; arriesgar sus embarcaciones a los embates de la mar, o dirigirse a otros puertos como Bustio, en Ribdedeva o Ribadesella. Este último es el caso de Aurelio Gutiérrez, cuya situación denuncia una larga historia de dificultades: “Nos han echado de nuestra casa, y lo peor es que llevamos 25 años así con estos y otros problemas. Parece que los pescadores sobramos en este puerto", critica este patrón y armador del “Nuevo Vendaval”.

En el puerto llanisco hay diez pesqueros locales, una veintena en momentos de máxima afluencia, frente a los más de 140 deportivos. Desde la Cofradía de Santa Ana lamentan el trato desigual que se hace con ambos tipo de embarcaciones, considerando que se les aplica un doble rasero: "Es absurdo que quieran multar a un compañero por amarrar en el puerto deportivo, mientras permiten que los barcos recreativos ocupen el pantalán de tránsito, que es el espacio destinado a los pesqueros", señalan.

Vicente de la Torre destaca que su barco es el único que permanece ahora mismo amarrado en la dársena deportiva, arriesgándose a ser sancionado: "Nosotros no queremos entrar aquí pero no tenemos otra opción debido a que el puerto no reúne las condiciones adecuadas para protegernos del mal tiempo".

Los marineros señalan que su situación no es única y atribuyen el problema a la falta de inversión en el puerto de Llanes. Recuerdan que las instalaciones fueron diseñadas originalmente para los pesqueros, de ahí la cercanía de las bodegas, pero posteriormente se asignaron para las lanchas de recreo. A pesar de ser la tercera cofradía en ventas en Asturias, después de Gijón y Avilés, sienten que no reciben el cuidado que merecen.

En Llanes están decididos a tomar medidas y no descartan llevar a cabo movilizaciones: "O dejan de ponernos trabas o vamos a tener que sacar nuestros tractores sin ruedas a la calle, hacer huelga de hambre o marcharnos", apunta Gutiérrez. "Siempre tienen buenas palabras desde Oviedo, piden que la gente se involucre en la pesca y que haya relevo, pero luego no se hace nada por protegernos", concluye Batalla.