El ensayo "secreto" que escribió una sufragista llanisca y ahora por fin estará en las bibliotecas

María Luisa Castellanos escribió en 1919 una obra sobre el nuevo papel de las mujeres tras la I Guerra Mundial del que apenas se supo nada durante un siglo y que ahora se reedita

Portada de la obra reeditada de María Luisa Castellanos. | |  D. E.

Portada de la obra reeditada de María Luisa Castellanos. | | D. E.

A. Rubiera

A. Rubiera

La llanisca María Luisa Castellanos (1892-1974) fue una "mujer moderna" cuando no había muchas. Y en Asturias, menos. Fue escritora, periodista y maestra. Y se matriculó en Derecho en la Universidad de Oviedo, siendo una de las primeras alumnas que pasaron por la institución. Colaboró en revistas y periódicos –editados en Gijón, Oviedo, Madrid y otras ciudades más–, dirigió hasta alguna publicación –"Alma Astur"– y, como no podía ser de otra forma, fue una pionera del feminismo en la región, siendo en 1919 nombrada delegada en Asturias de la Unión de Mujeres Españolas (UME), asociación defensora del voto femenino y de otras causas feministas.

Pero, pionera y todo, su voz ha estado silenciada y su figura desdibujada durante más de un siglo. Un olvido que empezó con su exilio a México tras la Guerra Civil y del que ahora la quieren sacar la editorial Delallama y, entre otros, la historiadora Sonia Galán, la autora del prefacio de un libro que reedita, después de más de 100 años de su publicación, el ensayo "La mujer antes, en la guerra y después". Una obra que estaba casi perdida y en la que Castellanos reflexiona "sobre las cuestiones que afectan a las mujeres: la importancia de educar a las niñas igual que a los niños y de que las mujeres tengan acceso al empleo para no ser dependientes, los derechos femeninos o la necesidad de que los matrimonios sean por amor y no por conveniencia", explica Galán.

Y todo escrito, dice la investigadora, "en un año tan crucial como 1919, cuando la I Guerra Mundial –que acaba de finalizar en Europa– había sacudido por completo las relaciones de género, pues, al estar los hombres en el frente, las mujeres habían tenido que ocupar puestos laborales tradicionalmente vetados a ellas, por masculinos, y habían demostrado que sus capacidades eran iguales. Además, se estaban constituyendo en España las primeras asociaciones sufragistas, que, si bien no tenían tanta fuerza ni militancia como las británicas, comenzaron a reclamar el voto para las mujeres. Es un momento muy importante para el feminismo, y María Luisa Castellanos es consciente de ello".

La sufragista asturiana que por fin estará en las bibliotecas

La sufragista asturiana que por fin estará en las bibliotecas / A. Rubiera,

Sonia Galán supo de la existencia del ensayo de María Luisa Castellanos cuando estaba consultando prensa histórica e investigando sobre la situación de las mujeres en Asturias en las primeras décadas del siglo XX para lo que después sería su tesis doctoral. Encontró una reseña de este ensayo en el periódico "El Noroeste" de Gijón "y me pareció muy interesante por cómo abordaba la necesidad de redefinir la posición de las mujeres". Pero el ensayo estaba "perdido", y ni en Asturias, ni en la Biblioteca Nacional había rastro de la obra citada.

Así estaban las cosas cuando un día la cineasta llanisca Celia Cervero, que también estaba interesada en poner en valor a esta sufragista asturiana, contactó con Galán y le comentó que "habían localizado el ensayo en una biblioteca de Tarragona. Las dos pensamos que sería muy importante reeditarlo y nos ha costado varios años, pero lo hemos conseguido".

Este estudio social de 1919 puede ser el camino para que Asturias se acerque a una pionera del feminismo. Galán recalca el valor que tiene –y quizá los más jóvenes no alcanzan ni a imaginar–, que sea una de las primeras asturianas en acceder a la Universidad. "Ahora nos parece algo normal, pero tradicionalmente el único destino de las mujeres era casarse y tener hijos. Aunque las obreras y campesinas trabajaban fuera de casa, eso se consideraba un complemento al salario del marido, cobraban menos y ocupaban los peores puestos. La idea dominante era que lo deseable era dejar a la mujer en casa a cargo del hogar y de la familia. El movimiento sufragista va a defender que las mujeres puedan recibir un salario equiparable al de los hombres y ocupar los mismos puestos que ellos. Va a reclamar que las mujeres puedan estudiar para tener una profesión, para ser abogadas o médicas, algo impensable en los comienzos del siglo XX. En ese sentido, María Luisa es una pionera. Y, rompiendo moldes, se matricula para cursar estudios de Derecho. Y allí va a las aulas, rodeada de jóvenes, con los que además mantiene una relación de amistad. Todo eso es muy rompedor para la época", expone.

También es María Luisa Castellanos, por el momento, "la única asturiana de la que tenemos conocimiento que estuvo implicada en el asociacionismo feminista, pues asistió en Madrid a reuniones de la Unión de Mujeres Españolas, una asociación sufragista de signo progresista. En esas reuniones, según cuenta la propia Castellanos, mostró su preocupación por las emigrantes que salían de regiones como la asturiana con destino a Cuba y terminaban siendo víctimas de trata", detalla Sonia G. Galán.

En el caso de esta llanisca, a su condición de mujer se suma el mismo desdén que sufrieron muchos ciudadanos "que, habiendo tenido un reconocimiento en el ámbito de la cultura antes de la Guerra Civil, fueron ocultados e ignorados durante el franquismo y fallecieron en el exilio, sin recibir nunca el reconocimiento de su patria", apunta la investigadora. María Luisa emigra a México en 1921 para vivir allí con su marido, que era comerciante, pero regresa en 1927 acompañada de su hijo y de su hija, entrando por el puerto del Musel, tal y como anunció la prensa local. "Después sabemos que estuvo en Madrid, llegando a publicar algún artículo en la revista de las anarquistas Mujeres Libres. En 1938 sale con destino a México y allí fallece, en 1974".

Según Galán, "desde la década de 1970 se lleva intentado dar visibilidad y reivindicando figuras que abrieron caminos para que otras podamos hoy transitar por ellos. Se ha dado a conocer a mujeres muy relevantes, como Concepción Arenal, Clara Campoamor, Carmen de Burgos... María Luisa Castellanos merece también su reconocimiento, más aún en Asturias, donde es una figura totalmente singular".

Para Celia Cervero, recuperar la obra de Castellanos es un ‹deber histórico›. "Pa les muyeres y otros sectores de la población, el acceso a este tipo de textos nos hace crecer como personas, nos da fuerza saber que hay un pensamiento detrás que puede hacer que las cosas cambien", sostiene.

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