El "caso Pastor", cerca de un acuerdo que evitaría la cárcel al exdirector de la sucursal del Banco en Cangas de Onís

El juicio quedó aplazado este lunes por un fallo informático y las partes implicadas negocian rebajar la pena de prisión para Manuel Mori de ocho años a dos

Manuel Mori, a la derecha, entrando ayer en el Juzgado junto a su abogado, Nacho Buylla. | EFE

Manuel Mori, a la derecha, entrando ayer en el Juzgado junto a su abogado, Nacho Buylla. | EFE / X. Fernández

Manuel Mori, el acusado, lo comentaba así entre los pasillos del juzgado, ayer en Oviedo: "Bueno, pues ya son trece años y un día". Mori hablaba de su propio juicio por el llamado "Caso Pastor", que juzga la presunta apropiación indebida del exdirector de la sucursal del Banco Pastor en Cangas de Onís. El juicio, que se iba a celebrar en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo, quedó ayer aplazado hasta esta mañana por un fallo informático que afectó a los sistemas del Principado e imposibilitó su celebración, pero todas las partes están negociando un acuerdo y es posible que se cierre antes de la citación de esta mañana. De cristalizar, lo más probable es que Mori evite entrar en prisión.

La Fiscalía solicita 8 años de prisión y unos 9.600 euros de multa por un delito continuado de apropiación indebida, mientras que las acusaciones particulares solicitan entre siete y ocho años de cárcel. El montante total de toda la causa ronda los 5 millones de euros y afecta a un total de 45 clientes. Las acusaciones también piden una pena de cárcel –entre 7 y 8 años– pero la defensa busca que la petición se rebaje a los dos años, por lo que Mori, de llegarse a ese acuerdo, se libraría de entrar en la cárcel. Este caso salió a la luz pública en el año 2011 y las diligencias se abrieron en 2012. Mori fue detenido en 2013 y él mismo confesó desde el principio haber creado una "banca paralela", que utilizaba para mover dinero de un cliente a otro, aunque, sostiene, nunca se llevó dinero para él y además argumenta que hizo esos movimientos para evitar que varias cuentas de los clientes entrasen en números rojos, facilitando a su vez préstamos a otros clientes.

En la actualidad, Mori es insolvente. Su defensa pide además que se apliquen los atenuantes de dilación indebida, colaboración y arrepentimiento. La sección segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo fue ayer un trajín de abogados, para los más de treinta clientes que estaban citados. Algunos recuperaron ya el dinero, pero otros siguen pendientes del litigio.

La clave en el acuerdo que se está negociando está ahora en el Banco Santander, que es la entidad que absorbió al Banco Popular, que a su vez absorbió al Pastor y que en esta compleja causa tiene la doble condición de acusación y defensa, al tener la condición de responsable civil subsidiario. Una posibilidad es que el Santander renuncie a ser acusación, para que posteriormente pueda hacer reclamaciones por la vía civil, según sostuvo ayer Luis Llanes, abogado del banco. Otro de los asuntos claves son las indemnizaciones que piden cada uno de los perjudicados y quién se hace cargo de ellas.

La Fiscalía sostiene que Mori hizo más de cuarenta operaciones, sin consentimiento ni conocimiento de los clientes, que consistían siempre en lo mismo: el acusado retiraba dinero de determinados clientes y lo abonaba a otros en apuros, y así lo estuvo haciendo durante años.