Las veinte joyas del Museo Jurásico de Asturias, que cumple 20 años: "Quintín", el dinosaurio volador; "Duzín", el pez óseo...

José Carlos García-Ramos, director científico del Museo del Jurásico, muestra las piezas de mayor valor científico del centro de Colunga 

José Carlos García-Ramos, en el Museo del Jurásico de Colunga

José Carlos García-Ramos, en el Museo del Jurásico de Colunga / Irma Collín

Ramón Díaz

Ramón Díaz

El Museo del Jurásico de Asturias (MUJA) cumple este mes veinte años y con tal motivo su director científico, José Carlos García Ramos, ha elegido para LA NUEVA ESPAÑA veinte de sus piezas más destacadas. Algunas están expuestas de forma permanente; otras pueden verse estos días en la exposición temporal abierta por la efeméride, y unas pocas más permanecen de momento guardadas en los laboratorios y los almacenes del edificio, a la espera de que sean expuestas en los próximos días.

En la lista de las elegidas hay desde restos de dinosaurios gigantescos hasta huellas de gotas de lluvia caída hace 154 millones de años, pasando por nuevas especies descubiertas a las que se les han puesto nombres que rezuman asturianía. Al frente de todo, el autor del listado, el director científico del centro, José Carlos García Ramos, y la investigadora Lara Piñuela. Entre los dos han recuperado a mano en estos años más de 3 toneladas de restos fósiles, a las que hay que añadir los rescatados con la ayuda de diversa maquinaria (incluidos tractores) y hasta un helicóptero del Ejército.

Datos relevantes del MUJA: más de 5.500 piezas, 106 publicaciones, colaboraciones con más de 50 investigadores de varias decenas de países, descubrimiento de 4 géneros y 10 especies, organización de 4 congresos (uno internacional), participación en 5 proyectos de investigación y 29 congresos (17 internacionales)... Y es el tercer centro mundial en número y variedad de huellas de dinosaurio, solo por detrás de dos estadounidenses, en Massachusetts y Colorado.

"Quintín", el dinosaurio volador de Quintueles

"Quintín", el dinosaurio volador de Quintueles / Irma Collín

1. "Quintín", el dinosaurio volador de Quintueles

"Quintín" fue un dinosaurio volador que vivió en lo que hoy es Asturias en el Jurásico Superior; esto es, en torno a los 150 millones de años. Los restos de este ornitópodo fueron recuperados en los acantilados de Quintueles (de ahí su "apodo"), en Villaviciosa, a finales del año 2012, con la ayuda de un helicóptero del Ejército. Es una de las piezas que más llaman la atención a los visitantes del Museo Jurásico de Asturias (MUJA), y una de las más importantes, ya que es el esqueleto más completo de dinosaurio volador hallado en Europa.

Los bivalvos jurásicos de agua dulce con nombres asturianísimos

Los bivalvos jurásicos de agua dulce con nombres asturianísimos / Irma Collín

2. Los bivalvos jurásicos de agua dulce con nombres asturianísimos

La importancia científica del conjunto de bivalvos de agua dulce del Museo del Jurásico radica, entre otros aspectos, en que se han descubierto cinco especies y tres géneros nunca antes descritos por la ciencia. Los nombres científicos de estas especies rezuman asturianía: Asturinaia colunghensis, Mujanaia abeuensis, Unio asturianus, Margaritifera lagriega y Asturanaia lastrensis. Fueron hallados en las denominadas Formaciones Vega y Lastres y vivieron en el Jurásico Superior, lo que supone que tienen unos 154 millones de años. El hallazgo se ha publicado en varias revistas científicas internacionales.

Las impresiones de la boca de un pez en el fondo marino

Las impresiones de la boca de un pez en el fondo marino / Irma Collín

3. Las impresiones de la boca de un pez en el fondo marino

Las impresiones de la boca de un pez en el fondo marino del MUJA son extremadamente raras. Solo hay otras cuatro citas, en China, México, Polonia y Turquía. Y ninguna es del Jurásico. Se hallaron al este de la playa de Merón, en Villaviciosa.

Rastros que dejaron cangrejos cacerola hace 150 millones de años

Rastros que dejaron cangrejos cacerola hace 150 millones de años / Irma Collín

4. Rastros que dejaron cangrejos cacerola hace 150 millones de años

El conjunto de rastros de cangrejos cacerola (huellas de limúlidos) de hace 150 millones de años se halló en Villaviciosa y Colunga. Están más próximos a las arañas y a los escorpiones que a los cangrejos. A los actuales se los considera fósiles vivientes.

"Duzín", el pez óseo de la playa de La Griega atrapado en caliza

"Duzín", el pez óseo de la playa de La Griega atrapado en caliza / Irma Collín

5. "Duzín", el pez óseo de la playa de La Griega atrapado en caliza

"Duzín" es un pez óseo del Jurásico Superior cuyo cadáver quedó atrapado en el interior de un nódulo de caliza hace 154 millones de años. Asoman los dientes. Sorprendente. Fue descubierto en 1994. Se expone en el MUJA junto a una reproducción en 3D .

La mayor colección del mundo de pisadas de estegosaurio

La mayor colección del mundo de pisadas de estegosaurio / Irma Collín

6. La mayor colección del mundo de pisadas de estegosaurio

El MUJA guarda en su interior la mayor colección de huellas de estegosaurio del mundo. Y la de mayor tamaño conocido (hallada en Lastres). Son 74 ejemplares, algunos con impresiones de la piel. Muchas se hallaron en Luces y Villaviciosa. En la imagen, una huella de un pie.

El ictiosaurio de Rodiles (Villaviciosa) que devoraron los tiburones

El ictiosaurio de Rodiles (Villaviciosa) que devoraron los tiburones / Irma Collín

7. El ictiosaurio de Rodiles (Villaviciosa) que devoraron los tiburones

El ictiosaurio cuyo esqueleto (parcial) se halló en la ensenada de La Conejera, al este de Rodiles (Villaviciosa), vivió hace 191 millones de años. Es el más completo de la Península. Está desmembrado porque fue devorado: un diente de tiburón lo demuestra.

Montones fecales de gusanos arenícolas de hace 152 millones de años

Montones fecales de gusanos arenícolas de hace 152 millones de años / Irma Collín

8. Montones fecales de gusanos arenícolas de hace 152 millones de años

En los acantilados de Playa España en 2009 y en el Arroyo Solero de Tazones en 2015 se hallaron, por primera vez en el mundo, montones fecales fósiles de gusanos arenícolas de hace 152 millones de años. La posibilidad de que se conserven estas estructuras es escasísima.

Parientes de las estrellas de mar que vivieron hace 194 millones de años

Parientes de las estrellas de mar que vivieron hace 194 millones de años / Irma Collín

9. Parientes de las estrellas de mar que vivieron hace 194 millones de años

Los científicos del MUJA han descrito una nueva especie de ofiura, Arenorbis santameraensis. Se hallaron 41 ejemplares en los acantilados de Santa Mera, en Villaviciosa. Son parientes de las estrellas de mar que vivieron hace 194 millones de años.

La ulna de 1,25 metros de un braquiosaurio con marcas de mordeduras

La ulna de 1,25 metros de un braquiosaurio con marcas de mordeduras / Irma Collín

10. La ulna de 1,25 metros de un braquiosaurio con marcas de mordeduras

La ulna (equivalente al cúbito humano) de un braquiosaurio que se expone en el MUJA mide 1,25 metros. Eso quiere decir que su "propietario" era un saurópodo gigantesco, que medía, con toda seguridad, más de 30 metros de longitud; o sea, es mayor que la mayor réplica existente en el interior del Museo. Procede de la denominada Formación Lastres; en concreto, de los acantilados de Quintueles, y es del Jurásico Superior, lo que quiere decir que tiene unos 150 millones de años. Una de las curiosidades de este enorme hueso es que se observan en él mordeduras, lo que quiere decir que fue atacado por dinosaurios carnívoros. Aparece en la publicación "El patrimonio geológico de Asturias", de 2001.

La vértebra de la cola del mayor dinosaurio carnívoro de Europa

La vértebra de la cola del mayor dinosaurio carnívoro de Europa / Irma Collín

11. La vértebra de la cola del mayor dinosaurio carnívoro de Europa

El mayor dinosaurio terópodo conocido en el Bathoniense -lo que hoy es Europa- es el Megalosaurus bucklandii, que medía más de 10 metros de longitud y que vivió hace unos 166 millones de años. En el MUJA puede verse una vértebra de la cola de este megalosáurido -no está claro si la segunda o la tercera-, hallada en los acantilados de la playa de Vega, en Ribadesella. Este terópodo gigante es el mayor dinosaurio carnívoro de Europa y, además, el primer género de dinosaurio descrito. Fue en el año 1824, por el paleontólogo inglés William Buckland.

Impresiones de gotas de lluvia que cayeron hace 154 millones de años

Impresiones de gotas de lluvia que cayeron hace 154 millones de años / Irma Collín

12. Impresiones de gotas de lluvia que cayeron hace 154 millones de años

El Museo del Jurásico guarda en su interior auténticos tesoros, como las impresiones de gotas de lluvia caídas en el Jurásico Superior, hace unos 154 millones de años. Y guarda varias muestras, halladas en la Formación Lastres. Uno de los ejemplares es muy especial, porque las huellas del agua caída se encuentran, a su vez, en el interior de una huella de estegosaurio. Este fue hallado en los acantilados de Arroyo Solero, en Tazones (Villaviciosa); otro se encontró en los acantilados de Oles, en ese mismo municipio. Son hallazgos muy raros y de gran interés científico.

Huellas de natación de peces con impresiones de las aletas

Huellas de natación de peces con impresiones de las aletas / Irma Collín

13. Huellas de natación de peces con impresiones de las aletas

De los acantilados de Argüero, en el concejo de Villaviciosa, se han extraído huellas excelentes de natación de peces con huellas de las aletas. Hay impresiones de un pez de pequeño tamaño, como se deduce de lo apretado de los giros.

Vértebras y costillas de estegosaurio anormalmente grandes

Vértebras y costillas de estegosaurio anormalmente grandes / Irma Collín

14. Vértebras y costillas de estegosaurio anormalmente grandes

El museo alberga una importante colección de vértebras y costillas de estegosaurio, algunas de ellas de tamaño anormalmente grande, algunas de ellas procedentes de los acantilados de Quintes y con más de 150 millones de años de antigüedad.

Rastros de lagartos jurásicos, de sus manos, pies y cola

Rastros de lagartos jurásicos, de sus manos, pies y cola / Irma Collín

15. Rastros de lagartos jurásicos, de sus manos, pies y cola

Los rastros de lagartos son muy raros en el Jurásico mundial. En los acantilados de Villaverde (Villaviciosa) se rescataron dos rastros con impresiones de manos, pies y cola. Se publicó en "Journal of Iberian Geology", en 2020.

Huellas de huida de gusanos de hace 445 millones de años

Huellas de huida de gusanos de hace 445 millones de años / Irma Collín

16. Huellas de huida de gusanos de hace 445 millones de años

Hace aproximadamente 445 millones de años, en el Ordovícico Superior, en la era paleozoica, unos gusanos dejaron huellas de escape en el entorno del Cabo Peñas, en Gijón. Eran de la especie Rosselia socialis, escapaban para no quedar enterrados y dejaron unas marcas en unas rocas vulcano-sedimentarias que hace unos años hallaron los científicos del MUJA.

Mudas de caparazón de artrópodos primitivos, de Carreño y Gozón

Mudas de caparazón de artrópodos primitivos, de Carreño y Gozón / Irma Collín

17. Mudas de caparazón de artrópodos primitivos, de Carreño y Gozón

En el acantilado de El Tranqueru (Carreño) y Punta la Vaca (Gozón) se hallaron mudas de caparazón de pequeños artrópodos primitivos, de un nuevo icnogénero, Luancaina, y dos icnoespecies. Hay 46 ejemplares en el MUJA.

Las huellas mejor conservadas del mundo de pterosaurios

Las huellas mejor conservadas del mundo de pterosaurios / Irma Collín

18. Las huellas mejor conservadas del mundo de pterosaurios

El conjunto de huellas de pterosaurios mejor conservadas del mundo procede de los acantilados de Villaviciosa, un yacimiento excepcional. Hay centenares de ejemplares, con impresiones de membranas interdigitales en pies y manos, marcas de piel, huellas de despegue y batida horizontal...

Una planta que nadie conocía a la que se le ha dado un apellido asturiano

Una planta que nadie conocía a la que se le ha dado un apellido asturiano / Irma Collín

19. Una planta que nadie conocía a la que se le ha dado un apellido asturiano

La Ricciopsis asturicus es una planta hepática (briofita), hasta ahora desconocida. Vivió hace 155 millones de años. Las plantas hepáticas carecen de estructuras duras, por lo que es muy difícil que lleguen a fosilizar. De ahí el gran interés científico de esta nueva especie, rescatada en los acantilados de Lastres-Luces (en lo que debió de ser el fondo del cauce abandonado de un río jurásico) y cuyo hallazgo se publicó en 2022 en la revista "Botany Letters". Representa la evidencia más antigua -y la única- de briofitas del Mesozoico de la península Ibérica, y también la primera cita del género Ricciopsis en el Jurásico de Asturias. Solo hay 40 citas de briofitas jurásicas en todo el mundo.

La "joya de la corona", una huella de pisada de un terópodo en 3D

La "joya de la corona", una huella de pisada de un terópodo en 3D / Irma Collín

20. La "joya de la corona", una huella de pisada de un terópodo en 3D

Los científicos del MUJA llaman "la joya de la corona" a la huella de pisada en 3D de un terópodo (dinosaurio carnívoro de tamaño medio). No hay una huella igual en el mundo. Es un ejemplar de incalculable valor científico, pues reconstruye a la perfección el movimiento del pie del animal. Refleja cómo pisó el animal y cómo sacó el pie. Ofrece, por tanto, una información extraordinaria. "Es excepcional", subraya José Carlos García Ramos. Procede de la Formación Lastres, en concreto de los acantilados de Quintueles y su hallazgo fue publicado de forma inmediata en revistas científicas.

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