Concentración de Seat 600 y otros coches clásicos en Covadonga

El cangués Ángel Remis, de 88 años, y su esposa Ofelia de Dios, de 93, los más veteranos

J. M. Carbajal

J. M. Carbajal

El santuario de Covadonga ha albergado este sábado una concentración de Seat 600 y otros coches clásicos procedentes de la comunidad de Cantabria, así como llegados desde distintos puntos de Asturias. Tras ser bendecidos por el abad del Real Sitio, Adolfo Mariño, el medio centenar de personas que formaban la comitiva –veinticinco automóviles– asistieron a misa en la basílica y, posteriormente, se desplazaron a un restaurante de La Venta (Cangas de Onís) donde llevarían a cabo el almuerzo de confraternidad. Además, la jornada ha sido redonda, pues, también acompañó la meteorología.

Entre los asistentes a la cita automovilística, Ángel Remis Sobrecueva, camino de los 87 años de edad –los cumplirá el 21 de septiembre-, natural del núcleo rural de Táranu y residente en Sotu Cangues (Cangas de Onís), pasa por ser uno de los conductores más longevos de la comunidad autónoma del Principado de Asturias, además de ser un amante empedernido de los Seat 600, pues, ha tenido, al menos, media docena de esos utilitarios. Le acompañó su mujer, Ofelia de Dios, de 93 años. Sin duda, los más longevos de la reunión astur-cántabra.

Remis, que maneja un Seat 600 del año 1964, se sacó el carné de conducir a los 20 años, en Caracas (Venezuela), país al que emigró en 1955. En lares venezolanos, donde permaneció algo más de tres lustros, prestó servicios en una empresa alfarera (tejera) y también trabajó de repartidor de pan y fue conductor de guaguas de una firma portuguesa. A los 20 obtuvo el carné normal y un año después consiguió el de 1ª. De vuelta a Asturias fue chofer en Camangu (Ribadesella), con Atanasio Pérez, transportando cebada desde Salamanca y Palencia, entre otros productos, al Principado.

Poco después, con los Gonzalos, de Llanes, también estuvo algún tiempo hasta que terminó por comprarles un camión para empezar a trabajar por cuenta propia. Miles de kilómetros a sus espaldas, miles de horas dedicadas al transporte por carretera e infinidad de anécdotas. Un trabajador nato que dejó estela por donde pasó. Eso sí, a un lado su profesión, su pasión han sido los Seat 600. 

El primer 600 que tuvo fue en el año 1960, cuando vino a pasar unas vacaciones a Asturias, tras solventar el dilema del servicio militar. Aquel vehículo acabó en Cuerres de Llenín antes de regresar Remis nuevamente a Caracas. Eso sí, salvo el último, los demás los fue colocando a conocidos. Ahora, espera poder seguir acudiendo a las concentraciones de ese tipo de clásicos, siempre y cuando haya salud. 

El 27 de mayo de 1957 se empezó a producir y a hacer la historia del Seat 600. No fue el primer vehículo que fabricó esa firma, pero sí el más popular, ya que su incorporación a las carreteras a finales de los años 50, marcó el desarrollo de la España de la dictadura y la motorización definitiva del país. El Seat 600, en su primera edición, tenía una cilindrada de 633 centímetros cúbicos y una potencia de 21,5 CV. Alcanzando una velocidad de 95 kilómetros/hora.