L. S. NAVEROS

El equipo de gobierno municipal, del PP, descarta adelantar en el municipio la aplicación de la normativa estatal que obliga a efectuar una inspección técnica de todas las edificaciones de más de cincuenta años de antigüedad.

Tras el accidente ocurrido ayer por la caída de losetas del edificio número 3 de Muñoz Degraín, en el que resultó herida una mujer, el Grupo municipal Socialista reclamó que se impulse el proceso de inspección técnica de edificación «con el objetivo de prevenir este tipo de riesgos en la ciudad». Los socialistas destacan que ya habían presentado una propuesta para la aplicación de las inspecciones en 2010 tras sucesos similares «que fue rechazada por el gobierno del PP, entonces con mayoría absoluta».

El concejal de Urbanismo, José Ramón Pando, apeló a la difícil coyuntura económica para descartar, en principio, una inspección general de todas las viviendas antiguas del concejo, aunque sí aseguró que estudiará «con detalle» la proposición de los socialistas.

Pando añadió que la concejalía de Urbanismo está haciendo inspecciones concretas de algunos edificios para evaluar su estado de conservación, tras la declaración de ruina de un inmueble en Uría y el desplome de otro en la calle de Argüelles. «Estamos inspeccionando el estado de otro edificio en la calle del Rosal», señaló el edil, que reconoció que la fachada de la calle de Muñoz Degraín cuyo mal estado ocasionó el accidente del domingo no había despertado la alarma en los servicios técnicos municipales.

A juicio del portavoz socialista, Alfredo Carreño, este tipo de sucesos «cada vez se produce de forma más habitual debido a la antigüedad del parque de viviendas». Carreño ofreció datos: la capital asturiana tiene 4.627 viviendas construidas antes de 1940; otras 22.305 viviendas que datan de entre 1941 y 1970, época «en la que se construyó con poca calidad por necesidades del momento», señala, y cuenta con otras 17.970 construidas entre 1970 y 1980 «que también necesitan una inspección, al superar los edificios la edad de treinta años», sostiene Carreño.

Con estos datos en la mano y «para evitar posibles incidentes como el sucedido este fin de semana», el Grupo municipal Socialista «volverá a proponer al equipo de gobierno que impulse este tipo de inspecciones y que éstas se hagan por parte de técnicos competentes.

El Grupo Socialista destaca que «la inspección técnica de edificación ya se viene realizando desde hace tiempo en ciudades como Bilbao, Barcelona, Madrid, Sevilla y Zaragoza, y sus resultados son muy positivos, a la hora de favorecer el mantenimiento en buen estado de uso y conservación de las viviendas y evitar daños a las personas y bienes por la mala conservación de éstas».

Los socialistas van más allá y, además de proponer la realización de estas inspecciones, apuntan que sería necesario completar el trabajo con un análisis de la población que habita en las viviendas más antiguas. «Esta propuesta tendría que ir acompañada de un profundo análisis de la población que habita en estas viviendas susceptibles de rehabilitación, con el fin de valorar un plan social de ayudas destinadas a aquellas que carezcan de recursos», propuso Carreño.

El accidente que suscitó la alarma del Grupo municipal Socialista ocurrió el pasado domingo, a las tres de la tarde, cuando una mujer que caminaba por la acera de los números impares en la calle Muñoz Degraín fue alcanzada en la cabeza por unas losetas que se desprendieron de la fachada del número 3. Las losetas, según la Policía Local, cayeron desde la altura de un segundo piso. La mujer, de 65 años, fue atendida por los servicios sanitarios de emergencia, y trasladada en ambulancia al Hospital Universitario Central de Asturias, con un traumatismo craneal de pronóstico reservado, aunque en principio fuentes sanitarias no esperaban que su estado revistiera gravedad.

Tras el accidente, la Policía Local acordonó la acera de Muñoz Degraín, y una dotación del servicio de Bomberos de Oviedo saneó la fachada eliminando los materiales que se hallaban en estado más precario.