El Heraldo de la Balesquida se abrió paso ayer entre la marea amarilla que inundó el centro de la ciudad. Entre los seguidores del Cádiz -llegados para animar a su equipo en el partido contra el Oviedo- y el gentío local que aprovechaba el buen tiempo paseando por el casco antiguo, el pregonero de la cofradía más antigua de Europa se echó a la calle, a caballo y vestido de blanco, anunciando el Martes de Campo y convocando a los ovetenses al parque San Francisco al "repartu de un bollo de pan de fisga y medio cuartillo de vino de pasado el monte".

El Heraldo salió de la plaza de la Catedral hacia las doce y media de la mañana y ya había pasado la una cuando llegó a la Casa Consistorial, a pedir la autorización del Alcalde para la celebración. "Autorizo", respondió Agustín Iglesias Caunedo desde el balcón del salón de plenos y ante el gentío que seguía la ceremonia. Y el Heraldo dio por iniciado el festejo: "Ovetenses y foráneos, sabed que han dado comienzo las fiestas de la Balesquida".

Hugo Alonso hizo las veces de Heraldo -o Fama, que es como se refieren a él las crónicas antiguas- y su hermano Omar ejerció de paje, llevando el caballo de la brida. Tan protagonista como ellos o más fue el espléndido animal, blanco y de raza española, de nombre "Bandolero" y de las cuadras del Centro Ecuestre El Asturcón.

"Bandolero" no se había visto antes en esas circunstancias. Era la primera vez que se paseaba por las calles de Oviedo cargando con el Heraldo de la Balesquida y, a pesar de la mucha gente que seguía su paso desde las aceras y que se arremolinaba a su alrededor en las paradas, avanzó manso y con elegancia.

Hugo y Omar Alonso ya son veteranos, la de ayer era la tercera vez que hacían de Heraldo y de su paje, así que sabían perfectamente el trayecto y el procedimiento a seguir. A medio camino entre la plaza de la Catedral y la del Ayuntamiento, después de haber dejado atrás la calle San Francisco, se detuvo. A las puertas de la Junta General del Principado lanzó su pregón.

La cabalgata del Heraldo estuvo acompañada por la Banda de Gaitas "La Sidrina" de Lugones. Sus músicos abrían la marcha y cerrándola los de la banda de gaitas municipal. En la marcha participaron cabezudos y personajes con trajes folclóricos y útiles de costura, en homenaje a los sastres o alfayates que fundaron la Cofradía de la Balesquida.

Esta tarde, a las ocho, en el edificio histórico de la Universidad,, la banda de música "Ciudad de Oviedo", dirigida por Francisco Vigil, ofrecerá un concierto por La Balesquida. A la misma hora, misa por los cofrades y bienhechores difuntos en la capilla de la cofradía.