La expresidente de la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF) y edil popular, Belén Fernández Acevedo, acusó ayer al tripartito que rige la ciudad de volver a un modelo de fiestas de San Mateo "condicionado por la izquierda radical" y que, a su juicio, refleja "miserias e intereses particulares que se centran en la venta de mojitos (en los chiringuitos) sin IVA ni control laboral".

Fernández Acevedo, que ayer en la junta de la SOF votó en contra del programa de conciertos en la Catedral y del concurso de rock Ciudad de Oviedo, alertó de que la plaza de la Catedral no es segura para acoger grandes espectáculos y recordó que existen informes técnicos que desaconsejan la celebración de recitales que congreguen a más de 2.000 personas, como cree que va a ocurrir este año. Fernández Acevedo criticó "el innecesario ajuste de cuentas con el pasado" del presidente de la SOF, Roberto Sánchez Ramos, "Rivi", al reclamar un informe sobre la situación financiera de este órgano que refleja, a su juicio, que todas las cuentas estaban fiscalizadas por el Ayuntamiento.

"Ni lo hicimos tan mal ni hemos condicionado las posibilidades de gestión de los nuevos responsables municipales", señaló la concejal, que criticó el incremento en 130.000 euros del coste de las actuaciones en la plaza de la Catedral. La expresidente de la SOF defendió la gestión del PP y aseguró que su grupo abrió "un panorama distinto" para las fiestas de Oviedo que ahora el equipo de gobierno quiere revisar con el único objetivo de "garantizar su red clientelar de chiringuitos". Fernández Acevedo tildó la programación de "sectaria e ideologizada" y les emplazó a aclarar si, de cara al futuro, están buscando productores de fuera de Asturias como los que promueve el BBK Live en Bilbao, a donde acudieron en julio miembros de la SOF. "¿Ése va a ser el productor que salve la diferencia entre conciertos públicos y conciertos privatizados?", finalizó.