"La infelicidad es la enfermedad de las personas con necesidades absurdas", afirmó a modo de introducción, pero también de conclusión, el psicólogo y autor de moda Rafael Santandreu.

Lo hizo en el salón de actos del Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA que ayer estaba totalmente abarrotado, hasta el punto de que muchos de los asistentes optaron por seguir el acto de pie o sentados en el suelo, desperdigados frenta al estrado. El efecto llamada no era para menos. Rafael Santandreu presentaba su último libro, "Ser feliz en Alaska", al que subtituló "Mentes fuertes contra viento y marea". Los trece minutos de retraso con los que llegó añadieron aún más incertidumbre a la tarde. En cuanto apareció el público estalló en un aplauso cerrado.

La fama precede a Santandreu, gracias a sus dos "best seller" -"Las gafas de la felicidad y "El arte de no amargarse la vida"-. El libro con el que ayer apareció bajo el brazo le devuelve a las listas de los más vendidos.

Santandreu, que practica la psicología cognitiva o del pensamiento, explicó que todas las "neuras" que nos amargan la vida, ?(ansiedad, la depresión, el estrés y la timidez entre otras, "son sencillamente el resultado de una mentalización errónea que podemos revertir de forma permanente".

En "Ser feliz en Alaska" explica el método para lograrlo de la mano de la escuela terapéutica más eficaz del mundo, que no es otra a su juicio que la moderna psicología cognitiva.

A lo largo de sus páginas explica los pasos que hay que dar para reprogramar nuestra mente y convertirnos en personas sanas y fuertes a nivel emocional, incluso en las circunstancias aparentemente más adversas: Orientarse hacia adentro y aprender a caminar ligero. "¿Qué estoy haciendo mal? es la primera pregunta que nos tenemos que hacer".

Sobre el primer punto advirtió que, "no busquemos afuera aunque sea más fácil; hacedlo en vuestro interior". Siguiendo este hilo conductor comentó que "lo raro es la infelicidad", aunque todos los ricos y famosos se deprimen "pero es porque no tienen la cabeza bien amueblada".

A renglón seguido, afirmó que "no necesitamos mucho para estar bien; nuestros abuelos eran felices con pocas cosas; pero ahora estamos cargados de necesidades, como tener una vida emocionante" ironizó el conferenciante para después advertir que hay que tener mucho cuidado con las "neuras" porque son "muy peligrosas". Para estar bien, insistió, sólo nos hace falta agua y comida. "Los héroes del presente y del futuro son los que quieren tener menos porque necesitan menos".

El autor barcelonés lamentó que la sociedad actual encumbra lo exagerado. "Tenemos ´neuras´ de comodidad porque nos dijeron que es sinónimo de felicidad, y nosotros lo creemos y así nos va". Santandreu resumió todo esto en el poema de Juan Ramón Jiménez "Al olmo blanco". Aconsejó su lectura.