La madrileña María Gómez del Pozuelo es la consejera delegada de Womenalia, la primera red mundial para mujeres profesionales. Un proyecto que ha tenido problemas para explicar a los principales fondos de inversión. A la hora de recaudar fondos, dice, el 98 por ciento de sus interlocutores han sido hombres. Participó en el último encuentro organizado por el Club de Calidad y AJE Asturias en Oviedo, donde defendió que la conciliación es cosa de todos los miembros de la familia: "No podemos llevar nosotras toda la carga".
-Ya han conseguido 600.000 usuarias en Womenalia, ¿hacia dónde va la red?
-Tenemos que mejorarla tecnológicamente. Nuestra usabilidad se compara con la de redes sociales como Linkedin y Twitter. Ellos tienen miles de ingenieros y nosotros poquitos. El proyecto estratégico para los próximos años pasa por el big data -gestión de datos a gran escala- y también por llegar a entre 10 y 15 millones de mujeres hispanohablantes.
-¿Van a cruzar el Atlántico?
-Sí, ya estamos haciendo pruebas en Colombia, México y República Dominicana.
-Sostiene que lo profesional y lo personal no se puede separar.
-Somos únicos. Yo en el trabajo voy a ser la misma María que fuera. Puedo estar en un consejo de administración, que lo estoy, y mi hijo estar con 39 de fiebre y salir un momento para llamar y saber cómo está. Y vuelvo a entrar y ya está. Las mujeres, como nos ocupamos de tantas cosas, tenemos que actuar así. Por eso no se puede separar.
-¿Cómo se combina eso con la conciliación familiar?
-La conciliación es de toda la familia. Cuando vayas a formar una, hay que tener conversaciones muy profundas y saber dónde quiere estar cada uno de los miembros de la pareja. Antes los hombres llevaban el dinero a casa y las mujeres cuidaban de los hijos. Ahora también quieren crecer profesionalmente. Tienen que conciliar todos los miembros, no podemos llevar nosotras toda la carga.
-Está acostumbrada a tratar con fondos de inversión extranjeros, ¿la reciben de una forma distinta fuera de España?
-No. Los fondos no entienden de nacionalidades. Entienden de proyectos, del equipo que hay detrás y de las posibilidades de recuperar y multiplicar su inversión. Les da igual de donde seas.
-¿Y el género también?
-También. El problema es que si a un fondo de inversión le cuentas, por ejemplo, un nuevo proyecto de higiene femenina y todos los miembros del consejo de dirección son hombres es muy complicado que lo entiendan. Eso es lo que cuesta.
-¿Se repite mucho esa total representación masculina?
-El 98% de las personas con las que he hablado para recaudar dinero de fondos de inversión son hombres y he tenido respuestas negativas porque no entendieron mi proyecto.
-¿Las mujeres siguen estando infravaloradas dentro de las empresas?
-Se está mejorando mucho, viene un "tsunami rosa" y se están dando cuenta que las habilidades que tiene la mujer, como la empatía, la inteligencia emocional y el trabajo en equipo, suponen incrementos de la productividad del 18 por ciento. El valor de hombres y mujeres unidos es magnífico. Cuando afectas de este modo a la cuenta de resultados, un director general te recibe.
-El liderazgo femenino repercute en la empresa.
-Es un reto que en los próximos veinte años va a ser muy importante. Sólo hay un 5 por ciento de directivas en el nivel más alto. En los consejos de administración en España estamos en torno al 16%; en mandos funcionales intermedios, en un 22%. Hay un techo de cristal. Los hombres están acostumbrados a trabajar juntos y hay muchos sectores en los que es complicado.
-¿Cómo se rompe ese techo de cristal?
-Con proyectos como Womenalia. Y que el empresario vea que se incrementa la productividad.
-¿Qué sectores se mueven más en Womenalia?
-Internet y tecnología es el más fuerte. Pero en el sector industrial, del otro lado, hay muy pocas mujeres porque no estudian demasiado estas carreras.
-¿Qué opina del sistema de cuotas?
-No creía en él hasta que conocí personalmente a Viviane Reding, exvicepresidenta de la Comisión Europea. Ella lo cuenta muy bien. Todo es una cuota. La pesca o la ganadería, por ejemplo, ¡qué os voy a decir en Asturias! Si en Estados Unidos no hubiese habido cuotas para las personas de color, Obama nunca habría llegado a ser presidente. Creo que las mujeres estamos muy preparadas y que, a través de la meritocracia, el talento y la igualdad de condiciones con los hombres, llegaremos. Hay que establecer un sistema de cuotas durante unos años hasta que la situación se regularice y ya no sea necesario. Pero el empresario tiene que estar de acuerdo, no se puede imponer nada.
-¿Cómo está Womenalia en Asturias?
-Tenemos unas 6.000 usuarias. Las asturianas están repartidas por todas las provincias de España. En Madrid tenemos un montón y muy importantes.
-¿Y se mueven ofertas de trabajo?
-También. Acabamos de sacar un proyecto de empleo muy importante. Y otra de las cosas que queremos es que se vayan igualando los salarios porque seguimos cobrando entre el 21% y el 54% menos que los hombres. En Womenalia ayudamos a las mujeres a realizar una evaluación anual o a plantear y solicitar un aumento de sueldo.