Que el próximo 30 de junio no haya ningún paciente esperando más de seis meses por una operación. Éste es el reto que ayer se marcó el gerente del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), Luis Hevia Panizo, en el marco de la presentación de su equipo directivo, que llevará tanto la atención especializada como la primaria. En total, unos 7.000 trabajadores en los 22 municipios que comprende el área sanitaria de Oviedo. El HUCA terminó el año 2016 con 449 enfermos que acumulaban demoras quirúrgicas de más de 180 días, dentro de un colectivo total de 6.349 pacientes pendientes de una intervención.

Luis Hevia, que se incorporó a su actual cargo el pasado mes de septiembre, admitió que "todavía estamos viviendo una especie de transición en atención especializada", como consecuencia del traslado del HUCA a La Cadellada, materializado a mediados de 2014. La mudanza "aún tiene algunas consecuencias que no nos han permitido alcanzar el nivel que sí esperamos tener en el corto plazo, en cuanto a gestión de determinadas patologías".

El gerente subrayó que su intención se centra en "propiciar que el área sanitaria en su conjunto, y el Hospital Central en particular, alcancen los niveles de excelencia asistencial para los que fueron concebidos". "Se ha hecho una importantísima inversión no sólo estructural, sino en capital humano y organizativo que pretendemos poner en valor", enfatizó.

Luis Hevia aludió veladamente a rankings hospitalarios publicados recientemente, que han situado al HUCA en puestos decepcionantes, en contraste con el prestigio a nivel nacional del que el Hospital General de Asturias disfrutó en sus primeros lustros de andadura. "En estos meses he tenido ocasión de hablar con los profesionales del Hospital y he constatado que hay infinidad de iniciativas, más oportunidades que problemas".

Entre las prioridades de la gestión que piensa llevar a cabo, el gerente del área de Oviedo citó la potenciación de los cuidados paliativos -con un especial protagonismo del Hospital Monte Naranco-; la telemedicina en atención primaria; y la asistencia al trastorno mental severo, "sobre todo los elementos de rehabilitación y reinserción en la comunidad", que incluirá los equipos de tratamiento asertivo comunitario (ETAC). La continuidad del ETAC del centro de salud mental de La Corredoria ha sido objeto de debate en el último año y medio.

De vuelta a las listas de espera, Luis Hevia indicó: "Somos muy buenos, yo diría que brillantes, una vez que el paciente está con nosotros, pero tenemos algunas dificultades, en determinadas patologías no graves". "Todas las esperas tienen importancia. Quizá la lista de espera diagnóstica es la que más debería preocuparnos, puesto que existe un contexto de incertidumbre, no tenemos etiquetado el problema correctamente", matizó.