La contención del crecimiento urbanístico anárquico y disperso en el triángulo que Oviedo conforma con Pola de Siero y Posada de Llanera. Este es uno de los objetivos prioritarios del plan para el área central que el Principado ha hecho llegar a los 29 concejos afectados por una iniciativa defendida ahora por el alcalde ovetense, Wenceslao López (PSOE), a través de lo que denomina "ciudad-región", un concepto que también está recogido en las líneas maestras de lo que será el nuevo Plan General de Ordenación, a punto de empezar a redactarse. La propuesta, por lo que concierne a Oviedo, y además de esas medidas de ordenación urbanística, también incluye una decidida apuesta para que el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) se convierta en el centro de referencia del Norte del país en materia de biomedicina, carriles específicos de acceso a la ciudad para los autobuses procedentes de Gijón y Avilés, la creación de un parque periurbano en el Naranco o la reconversión de parte del cauce del Nora en una corredor fluvial.
La "ciudad-región" de Asturias, tal y como ha sido planteada por el Principado, consiste en un círculo imaginario con centro en Oviedo y un radio de 30 kilómetros. Los 29 concejos que integran ese espacio aglutinan el 80% de la población regional y cerca del 90% del valor añadido bruto de Asturias. Tratado como un solo núcleo, el eje metropolitano ocuparía el séptimo lugar en el ranking de mayores concentraciones urbanas de España.
Un consorcio
Las directrices generales del proyecto que el Gobierno regional envió a los ayuntamientos el pasado año no cuestionan en ningún momento la capitalidad de Oviedo, aunque también es cierto que no la refuerza de forma expresa. Desde el punto de vista administrativo, el ente supramunicipal que se propone estaría dirigido por un consorcio basado en el modelo que ya rige a nivel autonómico para la gestión de las aguas, los residuos o los transportes. Lo integrarían la Administración del Estado, el Principado y los 29 ayuntamientos, teniendo como ámbitos generales de actuación las infraestructuras, la calidad del aire, los polígonos industriales, el turismo, la cultura y los equipamientos.
La racionalización urbanística del triángulo Oviedo-Posada-Pola de Siero pasaría por un plan territorial especial que aborde el evidente riesgo de saturación de un espacio de gran dinamismo en el que desde hace años se han ido concentrando todo tipo de actividades residenciales, industriales, comerciales y de ocio, pero sin un esquema previo que permitiera un crecimiento ordenado. El resultado es un área desorganizada, con carencias de servicios, congestión viaria y degradación ambiental. La solución, de acuerdo con el proyecto de área central que está encima de la mesa, pasaría por la reserva de los suelos no urbanizados para usos estratégicos futuros y, también, de forma coordinada, por la regeneración de espacios productivos que se hayan quedado obsoletos para que sean capaces de atraer nuevas actividades.
La colaboración entre las tres grandes ciudades asturianas que ha reclamado Wenceslao López durante los últimos días también está recogida en la propuesta. Así, por ejemplo, se plantea que Oviedo, Gijón y Avilés generen una oferta común en materia de turismo urbano, o la puesta en marcha de una gestión conjunta y coordinada de su patrimonio e infraestructura cultural.
Los terrenos del antiguo HUCA en el barrio del Cristo y el plan para la Vega también se incluyen en la propuesta para el área central asturiana, dado que su relevancia para las actividades económicas ligadas a los servicios y la innovación les otorgaría un rango de interés metropolitano, por encima del local.
