El jugador juvenil del San Juan de La Carisa Á. F., que supuestamente agredió el pasado sábado al árbitro del partido de los ovetenses en el campo Díaz Vega de La Corredoria frente a los sierenses del Beredi alegó esta mañana en el juzgado de instrucción número 3 de Oviedo problemas psiquiátricos para tratar de evitar una condena por un delito de lesiones.

El juez decidió suspender el juicio rápido hasta una fecha por determinar al considerar la necesidad de recabar informes médicos que corroboren los problemas psiquiátricos del acusado.

El propio futbolista se mostró nervioso a la entrada del juzgado y reconoció estar ante una situación nueva para él. "He jugado muchos años al fútbol y nunca había tenido ningún problema con los árbitros", comentó en un claro síntoma de arrepentimiento por lo ocurrido.

Las declaraciones se prolongaron más de lo previsto e incluso se hizo un receso para que el futbolista fuera examinado por el forense. Sin embargo y después de más de dos horas la vista fue suspendida y no se retomará hasta que el juez lo requiera de nuevo.

El árbitro, por su parte, declinó hacer declaraciones a los medios. Desde un primer momento se remitió al acta para dar su versión de los hechos. En el mismo se reflejaba que el jugador había entrado en su vestuario sin permiso muy enfadado y había agredido al colegiado dándole un cabezazo en la cara y golpeándole con la cabeza en la pared, además de agarrarle hasta en dos ocasiones por el cuello y amenazarle de muerte.

El supuesto agresor reconoció el lunes a este periódico haber actuado de manera irracional, pero negó agresión alguna. "Perdí la cabeza, pero no le golpeé", explicó.

El de hoy fue el segundo juicio derivado del partido correspondiente a la liga de Tercera Categoría juvenil del fútbol asturiano. Tanto el acusado de agredir al árbitro como otro compañero pasaron el martes por las dependencias judiciales con motivo de un juicio rápido a raíz de otra agresión denunciada por un jugador rival. Finalmente, ambos fueron absueltos después de que el agredido decidiera no seguir adelante con la demanda.

En lo que respecta al apartado deportivo, el Comité Técnico de Competición de la Real Federación de Fútbol del Principado de Asturias decidió el mismo martes sancionar con dos dos años al jugador al joven jugador de 18 años por golpear al árbitro y con diez partidos al compañero expulsado por protestar al colegiado "de manera levemente violenta".