Lanzarse a un proyecto común e ilusionante para dejar atrás años de búsqueda infructuosa de un puesto de trabajo. Eso es lo que hicieron hace tres años la ovetense Sofía Díez y la leonesa Vanesa Albares, dos compañeras de universidad, licenciadas en Comunicación Audiovisual, que tras años en paro y vinculadas a otros sectores por necesidad, por fin encontraron su camino a través del emprendimiento. Ahora se presentan con orgullo como agentes de comunicación y creatividad, poniendo especialmente en el segundo campo, clave para diferenciarse de la numerosa competencia.
Sofía tiene 31 años y es "de Oviedo de toda la vida". Vanesa es natural de León y tiene 32, pero desde el inicio de su aventura empresarial vive a caballo entre la provincia vecina la capital del Principado. "Paso media semana aquí y media semana allá", explica sobre una movilidad "positiva" para sus intereses empresariales. "Nos permite estar presentes en un mercado más amplio", explican ambas.
Su nueva vida de emprendedoras les permitió abrirse camino en el mundo para el que de verdad se habían formado. De esta etapa valoran la libertad para desarrollar especialmente su faceta creativa, pero reconocen que tener una empresa propia no es nada sencillo. "La vida del emprendedor es como la de un ninja porque tienes que saber hacer de todo", cuenta Albares sobre la necesidad de aprender sobre materias como la contabilidad o la tramitación administrativa.
Su paso por la Universidad Complutense de Madrid les hizo forjar una gran amistad y lazos colaborativos. "Nos compenetrábamos muy bien cuando éramos estudiantes y eso tuvo mucho que ver a la hora de que apostásemos por una sociedad", coinciden en señalar. Ahora conjugan su ingenio y calidad técnica para tratar de dar una vuelta de tuerca al mundo de la comunicación. "Buscamos la originalidad", explican, poniendo como ejemplos la realización de campañas mediante la técnica del "lightpainting" o la creación de "folletos creativos" en los que el diseño "totalmente propio" hace más atractivo el mensaje promocional.
La cartera de servicios ofertados por las comunicadoras es muy amplia. Su oferta va desde la grabación y edición de vídeos corporativos hasta la edición de productos gráficos, pasando por todo lo relacionado con el diseño de las páginas web y la gestión de redes sociales de las compañías.
El principal nicho de mercado de Lampyridae Comunicación, como decidieron bautizar su proyecto, se centra en pequeñas empresas que buscan un revulsivo para alcanzar mayores mercados. "Tenemos muchos clientes del mundo de la hostelería y el pequeño comercio y cada vez trabajamos más en la promoción de ferias y eventos de todo tipo", comenta Sofía Díez
A la hora de señalar los momentos más desagradables no tienen ninguna duda. El intrusismo detectado en sus tres primeros años de vida como empresa les hace desconfiar cada vez más de la humanidad. "Hemos vivido casos en los que nos han copiado casi totalmente folletos o carteles anunciadores", aseguran sobre la creciente "piratería de la creatividad en la redes".
Pese a todo, el balance que hacen es en general positivo y consideran primordial centrarse en cumplir sus metas empresariales. "Tenemos unos objetivos muy realistas que pasan por seguir formándose, mantener los clientes actuales y si es posible conseguir alcanzar a otros nuevos", declaran casi al unísono las compañeras universitarias reconvertidas en socias incondicionales.
